Trump asombra tras ordenar levantar el muro en la frontera: «Amo a los mexicanos»

a. rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

DAVID MCNEW | Afp

El presidente de EE.UU. confirma que volverá a negociar con México

28 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los presidentes Donald Trump y Enrique Peña Nieto han retomado las negociaciones después de la crisis diplomática protagonizada entre ambos socios, y la primera desde que Trump juró como presidente de EE.UU. Los mandatarios conversaron ayer por teléfono durante una hora y después de que el día anterior se hubiese cancelado la visita del mexicano a la Casa Blanca, tras la orden ejecutiva para comenzar a construir el muro fronterizo.

«Amo a los mexicanos», decía ayer el republicano. Ante la atónita mirada de decenas de periodistas, Trump confirmó que volvería a negociar con México y describió la llamada como «amistosa y muy fructífera». En ella, ambos «convinieron por ahora ya no hablar públicamente de ese controvertido tema», anunció el gobierno mexicano.

El acercamiento se produjo después de horas de alta tensión en la que la posible pérdida de México como socio estadounidense hizo sonar todas las alarmas en los círculos políticos y mediáticos del país, donde con resignación, veían cómo la Casa Blanca redoblaba su pulso sugiriendo la aplicación de un arancel del 20 % a las importaciones mexicanas, para así pagar el polémico muro.

«Un impuesto a las importaciones a productos mexicanos no es la manera de hacer que México pague el muro, sino el consumidor norteamericano que pagaría más caros los aguacates, lavadoras...», advirtió el canciller mexicano, Luis Valdegaray, desde Washington. «Estamos listos para la guerra comercial», retó beligerante el expresidente mexicano, Vicente Fox.

La avalancha de críticas llegó también desde las filas republicanas, donde el senador John McCain dijo sentirse «muy preocupado» por cómo esta decisión podría afectar a Arizona, estado que él representa. Y es que a pesar de que la Casa Blanca trató después de dar un paso atrás asegurando que era solo «una de las opciones que estaban barajando», las espadas siguieron en alto por cómo el peligro de reciprocidad podría golpear a la economía de EE.UU. «El Gobierno de Trump se está pareciendo mucho a un Gobierno mal dirigido», protestó The Washington Post. 

Miami se rinde

Hay algunos, sin embargo, que ya se han plegado a las amenazas del presidente en materia de inmigración. Es el caso de Miami-Dade, cuyo alcalde, Carlos Giménez, dio orden a las autoridades de que cumplan con todas las solicitudes de detención de inmigrantes recibidas desde el departamento de Seguridad Nacional y así evitar que Trump cierre el grifo de la financiación. «Decisión correcta», contestó el neoyorquino. La rendición de Giménez fue afeada por otros estados como Nueva York, donde su gobernador plantó cara a la ofensiva del republicano contra las ciudades santuario: «Si va a comenzar con las deportaciones, entonces empiece conmigo, presidente».