«Vigilen lo que hacemos»

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

INTERNACIONAL

27 ene 2017 . Actualizado a las 08:20 h.

Trump lleva una semana dorada en la Casa Blanca. Y ha montado un monumental alboroto. Da titulares día tras día con anuncios provocativos, declaraciones polémicas y decisiones polémicas. Las redes hierven con cada tuit del caudillo del populismo mundial, empeñado en pasarle la rebarbadora al legado de Obama y en desestabilizar el orden mundial. Sus grandes armas son el poder -no conviene olvidar que es el presidente de Estados Unidos- y la trola.

En siete días, su equipo ha hecho una gran aportación a las ciencias sociales: acuñar el concepto de «hechos alternativos» para lo que no son más que invenciones y, como mucho, medias verdades.

Estas ocurrencias pueden parecer anecdóticas, pero hay sustancia detrás. Hace unos días el diario británico The Guardian (también detestado por Trump) publicó un artículo en el que reflexionaba sobre la decadencia de la confianza de muchos ciudadanos en las estadísticas y su sustitución progresiva por las afirmaciones populistas. Daba un ejemplo claro, el «brexit». Y reflexionaba sobre la autocensura que había practicado Downing Street: tenía en su poder un arsenal de datos que decían que la inmigración era buena para el país, pero no los usaron por temor a reacciones hostiles.

Echen un vistazo estos días a los grandes medios de Estados Unidos y se asomarán a un abismo: mentiras sobre la gente que fue a la investidura, denuncias sin respaldo sobre un supuesto fraude electoral masivo que le habría negado a Donald Trump la victoria en voto popular (ganó Hillary Clinton), descalificaciones a manifestantes por el simple hecho de ser mujeres, tuits de matón contra el presidente de México... La lista es muy larga. Y la controversia es enorme, aumenta cada día y oscurece los efectos de muchas decisiones políticas de calado. Y eso devuelve al primer plano de la actualidad una frase escalofriante de John Mitchell, fiscal general del Estado de otro controvertido presidente llamado Richard Nixon: «Vigilen lo que hacemos; no lo que decimos».