Rusia, Irán y Turquía se erigen en garantes de una débil tregua en Siria

patricia alonso ESTAMBUL / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Emitieron un documento en el que sostienen que no hay solución militar para el conflicto y que solo puede solucionarse con un proceso político

25 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las negociaciones de paz sobre Siria finalizaron ayer en Astaná, la capital de Kazajistán, con la declaración conjunta de los tres países promotores. Turquía, Rusia e Irán emitieron un documento en el que sostienen que no hay solución militar para el conflicto y que solo puede solucionarse con un proceso político. La declaración también menciona el papel de esos tres países como garantes de la tregua. Para ello se establecerá «un mecanismo para vigilar y garantizar la completa aplicación del alto el fuego y para evitar cualquier provocación». Pero la cita de Astaná apenas apuntala dicha tregua, ya que ni el Gobierno sirio ni los rebeldes firmaron el documento final.

La oposición se muestra reacia a la participación de Irán en el acuerdo, ya que considera que la milicia iraní, que apoya al Gobierno de Bachar al Asad, es responsable de la mayoría de las violaciones del alto el fuego. Según la agencia de noticias rusa Interfax, el enviado especial de Putin para Siria, Alexander Lavrentiev, entregó también un borrador de Constitución a los representantes de la oposición. En declaraciones a AFP, un miembro de la delegación rebelde aseguró que se negaron a discutir el texto, mientas Lavrentiev declaraba que todavía están esperando su respuesta.

Sin progresos

Aunque todas las partes insisten en que el principal objetivo de las conversaciones de Astaná era consolidar el alto el fuego decretado el 30 de diciembre por Rusia y Turquía, lo cierto es que no hay progresos para una solución al conflicto. Los rebeldes insisten en las violaciones del alto el fuego por parte de Al Asad y acusan de «intransigentes» a Damasco y Teherán. Por su parte, el representante de Damasco, Bachar Yafari, demanda a los rebeldes que se sumen a la lucha contra el Estado Islámico y Fatah al Sham (exFrente al Nusra).

El futuro sobre el Gobierno de Al Asad es también incierto. Si bien Turquía ha suavizado su postura sobre la salida del mandatario, el acuerdo hace referencia a la resolución 2254 de la ONU, que abriría la puerta a una transición política en Siria. Es la primera vez que los rebeldes participan en negociaciones junto a Turquía, Rusia e Irán.