Benoît Hamon da la sorpresa y disputará con Manuel Valls la candidatura socialista al Elíseo

Alexandra F. Coego PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

BERTRAND GUAY | AFP

El vencedor de la primera ronda de las primarias lidera la izquierda que busca un cambio

23 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

De la misma manera que François Fillon irrumpió en el duelo conservador por presidir el Elíseo entre Alain Juppé y Nicolas Sarkozy, Benoît Hamon dio ayer la sorpresa en la primera vuelta de las primarias socialistas. El exministro de Educación de François Hollande recolectó el 35,8 % de los votos, quedando por encima de Manuel Valls, con el 31,3 %.

Cuando la campaña comenzó en diciembre, Hamon contaba con apenas el 7 % de la intención de voto. Sin embargo, en las últimas semanas su popularidad ha aumentado de manera exponencial, hasta situarle hoy a la cabeza de los sondeos. Los dos candidatos representan dos izquierdas muy diferentes: la de la continuidad del legado de Hollande y la del cambio radical. El debate entre las dos facetas socialistas tendrá lugar durante la próxima semana y los electores de la izquierda se harán la pregunta clave: ¿cual de los dos puede ser presidente de Francia?

Por un lado, el ex primer ministro tendrá difícil llegar al Elíseo. Los resultados de esta primera vuelta han enviado un claro mensaje de rechazo al lustro de Hollande y a su Gobierno. Por otro, Hamon representa un socialismo mucho más a la izquierda, con sus propuestas como la creación de un salario universal o la legalización de la marihuana. Frente al ultraconservador Fillon y la extrema derecha de Marine Le Pen, la polarización podría llevar a los electores del centro a apostar por Emmanuel Macron, el exministro de Economía. 

El Partido Socialista francés está atravesando una de las peores crisis de su historia. Algunos miembros de la agrupación predicen que acabará como en 1969, cuando las fracturas internas forzaron la escisión de una parte del partido. Con las divisiones internas cada vez más profundas, la formación socialista a duras penas es capaz de unir su electorado, desalentado ante las previsiones que anuncian la descalificación de los socialistas en la primera vuelta de las presidenciales. Con tal contexto, la baja tasa de participación de ayer no sorprendió. Pocas horas tras el cierre de los colegios electorales, Thomas Clay, presidente de la autoridad que organiza las primarias, indicó que se situó «entre 1,5 y 2 millones, sin duda más cerca de los dos millones». Una cifra cuatro veces inferior a la de la primera vuelta de las primarias de la derecha y casi un millón menos que en la primaria socialista del 2011. Ello a dado lugar a situaciones insólitas como en Moyeuvre-Petite, un pueblo del noroeste francés en el que de sus 500 habitantes, tan solo uno votó: el alcalde. 

La otra porción

Detrás de esta baja participación se encuentra también los dos grandes ganadores de la noche: Emmanuel Macron y Jean-Luc Mélénchon. Ambos candidatos de la izquierda decidieron presentarse directamente a las presidenciales, llevándose consigo una buena porción de electores socialistas. Con su movimiento social-liberal ¡En Marcha!, Macron se ha convertido en una amenaza para tanto la derecha como para los socialistas. 

El próximo domingo Hamon y Valls se disputarán la candidatura socialista en segunda vuelta. No obstante, todas las encuestas aseguran que sea quien sea el vencedor no pasará la primera vuelta de las elecciones presidenciales de abril.