Los seísmos y la nieve bloquean Italia

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El Rigopiano bajo la avalancha blanca
Ayerra / Alexia

En tan solo 24 horas se registraron más de 550 temblores en el centro del país

20 ene 2017 . Actualizado a las 08:01 h.

La nieve y el mal tiempo complican el rescate de los afectados por los terremotos del miércoles en el centro de Italia. Son numerosos los aludes que han dejado carreteras bloqueadas, así como los problemas en el suministro del servicio eléctrico a causa de la caída de postes. En 24 horas se registraron más de 550 temblores, alguno de intensidad 3,5. El fuerte temporal de nieve afecta sobre todo a la región de los Abruzos, adonde las autoridades desaconsejan viajar y donde muchos pueblos continúan con problemas de comunicación. El presidente del Gobierno, Paolo Gentiloni, afirmó que la prioridad ahora es llegar a todas las aldeas aisladas para «salvar vida humanas y restablecer la electricidad y la viabilidad de las carreteras».

Emergencia sanitaria

Los equipos de Socorro Alpino han rescatado a varias personas, en su mayoría mayores que habían quedado atrapados en sus casas, sin electricidad ni calefacción. También un niño de pocos meses y nueve personas fueron salvadas por la noche en varias aldeas de la provincia de Teramo (Abruzos), donde ya se habla de «emergencia sanitaria» a causa de la falta de energía eléctrica, en algunos casos desde hace cuatro días, y también de agua corriente y de carburante para las calderas de calefacción. Esta fue la causa de la muerte de dos personas mayores en Brittoli (Pescara). Sin electricidad y sin calefacción desde hace días, se envenenaron con el monóxido de carbón del generador que usaban para calentarse.

En los municipios cuyos habitantes ya habían sufrido terremotos con anterioridad, muchos fueron los que decidieron abandonar sus casas y dormir en las dependencias que se han vuelto a abrir para acogerlos. Algunos alcaldes han criticado los medios de rescate: «Necesitamos urgentemente turbinas porque con los quitanieves no llega. Hay aldeas con dos metros de nieve», explicó Sergio Pirozzi, regidor de Amatrice.

Otros habitantes del interior están preocupados por sus animales, ya que los establos destruidos por los seísmos de agosto y octubre no han sido reconstruidos todavía y temen perder su ganado.

Los fuertes terremotos obligaron también a cerrar los laboratorios científicos que hay bajo la montaña del Gran Sasso: «No hemos tenido daños, pero la estructura está cerrada», cuenta Roberta Antolini, responsable de relaciones externas. En esas instalaciones trabajan más de mil investigadores de 23 países.