Melania resucita el espíritu de Jackie

Adriana Rey NUEVA YORK/CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

melaniajackieh

El vestuario de la nueva primera dama cautiva a la crítica por su sencillez y el recuerdo de uno de los iconos estadounidenses

21 ene 2017 . Actualizado a las 01:13 h.

Impecable. Esta fue la palabra más repetida por los medios de comunicación estadounidenses, a la hora de describir el atuendo que la nueva primera dama eligió para la ceremonia de investidura de Donald Trump.

Melania Trump superó todas las expectativas e hizo lo que anticipó. «Sería muy tradicional... Como Jackie Kennedy», dijo la eslovena en una entrevista mucho antes de que su marido presentase su candidatura presidencial. Dicho y hecho. El diseñador Ralph Lauren recreó a la perfección en su figura el estilo de la esposa del presidente John F. Kennedy, a través de un traje falda tipo sastre y de cuello desestructurado, imitando el tono baby blue que Jackie utilizó en la ceremonia de investidura de 1961.

El guiño de Melania a su musa -y a uno de los personajes más imitados a lo largo de los últimos cincuenta años por su buen gusto- se hizo extensivo al resto de su indumentaria, que incluía unos guantes largos y zapatos del mismo tono, poniendo color a su estilismo, después de haberse visto eclipsada por los diseños de Ivanka Trump.

La competencia estilística entre ambas mujeres se intensificó en las horas previas a la toma de posesión. El traje en negro firmado por la hispana Norisol Ferrari que Melania eligió para la ceremonia en el memorial a Lincoln contrastó con el diseño de Ivanka en verde esmeralda de Carolina Herrera que hizo que la hija predilecta del presidente se llevase toda la atención de las cabeceras más importantes del país. Ayer, de hecho, Ivanka volvió a ser elogiada tras elegir para la jura de su padre un traje en blanco de Óscar de la Renta.

Horas antes, el mundo de la moda se había vuelto a fijar en la eslovena para aplaudir su vestido dorado de corte sirena, diseñado por Reem Acra y elegido para los bailes de la víspera de la investidura.

Escasa asistencia

Otro de los asuntos más comentados ha sido la escasa asistencia a la fiesta de conmemoración por la nueva presidencia de Trump, la pasada noche del jueves. No hay más que echar un vistazo a los números para darse cuenta del fracaso que registró la celebración: 10.000 personas frente a las 400.000 que conmemoraron en el 2009 el triunfo de Barack Obama.

«¡Ya no habrá más olvidados; esto no es sobre mí, es sobre vosotros!», dijo Trump, custodiado por la estatua de Lincoln, en el National Mall.

La ausencia también fue sonora en cuanto a asistencia de celebridades se refiere. John Voight, Antonio Sábato Jr., Caitlyn Jenner o William Robertson fueron de los pocos famosos que acudieron a Washington a apoyar al nuevo presidente Trump.

A la misma hora en Nueva York, una multitudinaria marcha de 25.000 personas aglutinaba a buena parte de Hollywood y rostros de artistas como Michael Moore, Robert De Niro, Julianne Moore o Alec Baldwin, así como a conocidos políticos liderados por el alcalde de la Gran Manzana, Bill de Blasio. Todos ellos marcharon por las calles de Manhattan para manifestarse por «los derechos de los ciudadanos», ante la llegada de políticas que amenazan con consolidar una ruptura entre la sociedad estadounidense.

Ivanka y Chelsea Clinton quieren mantener su relación de amistad

Ivanka Trump aprecia la amistad que mantiene con Chelsea Clinton, la hija de la demócrata Hillary Clinton, a pesar de la enconada batalla política de los progenitores. Según dijo en una entrevista, todavía no ha conversado con ella sobre los «desafíos extraordinarios» del futuro próximo, pero Clinton sigue siendo una buena amiga. «Fue amiga mucho antes de la campaña y lo seguirá siendo», aseguró Ivanka.

Según señalaron los medios de comunicación, ambas mantuvieron un trato muy cordial cuando se encontraron durante las comparecencias televisivas de los candidatos.

Merkel y su marido recibieron la última llamada del matrimonio Obama desde la Casa Blanca

Durante sus últimas horas en el 1600 de la avenida Pensilvania, en Washington, Obama legisló hasta el último minuto. El jueves quiso almorzar además con su amigo y exvicepresidente Joe Biden, en el comedor privado de la Casa Blanca. La última llamada telefónica que Obama hizo fue todo un reflejo de las relaciones construidas en los últimos años: Angela Merkel y su marido escucharon el agradecimiento del matrimonio Obama por su «fuerte, valiente y preparado liderazgo».

Los efectos personales de los Obama y sus hijas fueron ayer trasladados a su nueva casa en el barrio de Kalorama, a dos kilómetros de la residencia presidencial y tras una frenética «mudanza de familias» de solo 5 horas. «Os sigo pidiendo que creáis, no en mi capacidad para traer el cambio, sino en la vuestra. Creo en el cambio porque creo en vosotros», se despidió Obama en Twitter. «Ser tu primera dama ha sido el honor más grande de mi vida», le siguió Michelle.

Ayer tuvo lugar el traspaso de cuentas de Facebook, Twitter e Instagram, entre otras. Ahora, las cuentas de @POTUS, @FLOTUS, @VP y @Whitehouse pertenecen al presidente Donald Trump, la primera dama, Melania, y el vicepresidente, Mike Pence.

Clinton, muy seria

Durante muchos meses, Hillary Clinton soñó con una foto al pie del Capitolio en la ceremonia de investidura presidencial. Ayer le llegó el momento, aunque no como había soñado, como la primera mujer presidenta del país, sino como testigo de la toma de posesión de su rival, Donald Trump. foto AFP

Efusiva despedida

Tras semanas de tensión y críticas, Donald Trump aparcó sus diferencias con Barack Obama y ambos dieron ayer un ejemplo de cordialidad, que se pudo comprobar cuando Trump acompañó, junto a Melania, a los Obama rumbo al helicóptero presidencial pasando la mano por el hombro de Barack. foto JOhn angelillo REUTERS