Lista negra de espías republicanos críticos con el magnate

MERCEDES GALLEGO NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

Medio centenar de ex altos cargos del partido advirtieron hace medio año del riesgo que supondría la elección de Trump

18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En agosto pasado medio centenar de ex altos cargos de gobiernos republicanos dieron el inusual paso de advertir al país que el candidato de su partido «carece del carácter, los valores y la experiencia necesarios para ser presidente» por lo que «podría poner en riesgo la seguridad nacional y el bienestar del país».

De haber sabido que seis meses después Donald Trump va a ser investido presidente probablemente no lo hubieran hecho, particularmente tras comprobar que el nuevo mandatario es un personaje vengativo que encuentra tiempo en su apretada agenda para vengarse de sus enemigos.

Hace dos semanas una docena de miembros del Comité Central del Partido Republicanos en Ohio recibieron llamadas personales del nuevo presidente para convencerles de que votasen en contra del presidente del partido en el estado Matt Borges, a quien considera desleal. En su lugar proponía un nombre concreto, el de la fiscal Jane Timken, que a la tercera votación se convirtió en la nueva líder de la formación conservadora en Ohio con el argumento de que el presidente le cogerá el teléfono.

En Washington muchos han notado ya que han sido relegados al ostracismo. Aquellos a los que les ha dejado de sonar el teléfono han podido rastrear sus lazos en común a la carta que firmaron este verano para decir públicamente que no votarían por Trump. En su contraataque rabioso, Trump les acusó de ser quienes han hecho del mundo «un lugar más peligroso».

Se refería al primer director de Inteligencia Nacional John Negroponte, a los dos primeros secretarios de Seguridad Doméstica, Tom Ridge y Michael Chertoff, al antiguo director de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional Michael Hyden, al ex secretario adjunto de Estado y antiguo director del Banco Mundial Robert Zoellick y a una larga lista de altos cargos que participaron en los gobiernos de los últimos tres presidentes republicanos que precedieron a Trump. Su ejemplo fue seguido por otros que firmaron cartas con hasta 122 nombres que eran los de referencia en su campo. Hace tres meses les ardían los teléfonos con llamadas de la campaña de Trump, que les pedía que cambiasen de opinión y se sumaran a su equipo.

Vetos en todas las áreas

Los apestados de este gremio de Seguridad Nacional pueden solidarizarse con los incluidos en otras listas negras que se están formando bajo el nuevo gobierno, como la de los científicos y funcionarios que han participado en negociaciones sobre el cambio climático, la de los profesores que han criticado a Trump en sus aulas y la de los medios de comunicación vetados. La era Trump no ha hecho más que empezar.