Trump acusa al espionaje de su país de encargar noticias falsas sobre él

Adriana rEY NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

TIMOTHY A. CLARY | afp

Lamentó la información no verificada de que Rusia cuenta con material para chantajearle

12 ene 2017 . Actualizado a las 13:40 h.

Donald Trump protagonizó ayer su primera rueda de prensa como presidente electo de EE.UU., 168 días después del último encuentro con los medios. Entonces y ante el estupor de medio mundo, pidió a Rusia que espiase a Hillary Clinton. Ayer, desconfiado pero muy medido, Trump compareció en medio de la nueva bomba informativa que cayó sobre su ya agitada transición de poder y que, en esta ocasión, le convirtió en una especie de títere chantajeado por el Kremlin.

«Es vergonzoso [...], algo que la Alemania nazi hacía», dijo reafirmado el tuit en el que escribió ser víctima de «una caza de brujas» y se preguntaba «¿Estamos viviendo en la Alemania nazi?».

«A ti no te dejo preguntar porque publicas noticias falsas», espetó al corresponsal de CNN. El dosier, anticipado por este medio y publicado después de manera completa por el portal BuzzFeed, revela que el Gobierno de Putin tiene información comprometida de Trump. «El régimen ruso ha estado cultivando, apoyando y asistiendo a Trump durante al menos cinco años», reza el documento de 35 páginas, elaborado por una empresa de seguridad privada del Reino Unido, propiedad de un exespía del MI6 británico.

Según varios medios, dicho informe fue encargado por rivales internos de Trump en el Partido Republicano. Fechado el 20 de junio del 2016, el texto contiene informaciones sobre las relaciones entre Trump y Rusia y relata cómo miembros de su campaña habrían pudieron confabularse con Moscú.

Además, apunta a que el servicio secreto ruso FSB habría concluido que el neoyorquino está lo suficientemente comprometido como para ser extorsionado, es más, la personalidad sexual «pervertida» de Trump sería una de las trampas que Moscú utilizaría para chantajearle.

Según varios medios, lo concluido por este exespía llevaba meses circulando por Washington al más alto nivel. Tanto es así que fue el senador John McCain quien pidió a la inteligencia estadounidense que confirmase dicha información. Sin embargo, nada del contenido de este dosier está corroborado. Su credibilidad solo radica en la fiabilidad de la fuente: el exespía del MI6, experto en Rusia. El debate está servido: ¿Se debe publicar una información tan cuestionable sin pruebas?

Rechazo del Kremlin

«El Kremlin no recopila información comprometedora», negó contundente Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. «Es todo falso», insistió el magnate tras recrudecer su ataque contra las agencias de inteligencia y acusarlas de filtrar la información que le habían presentado la semana pasada, como anexo al documento sobre la injerencia rusa: «Es una mancha tremenda. Es una desgracia», lamentaba.

Sin pestañear, el presidente electo volvió a apostar por la buena relación con Putin, convencido de que «Rusia respetará más a EE.UU. cuando yo sea presidente» y a pesar de que por primera vez, reconoció que Rusia estuvo detrás del pirateo.

El magnate cede su imperio a sus hijos para evitar conflictos de intereses

Donald Trump por fin aclaró que va hacer con sus negocios y los conflictos de intereses que pueden abrírsele. Ante la prensa anunció que cederá el control de su imperio inmobiliario a sus hijos Eric y Donald Jr., pero no liquidará sus activos.

Con su arrogancia habitual afirmó que si quisiese podría seguir dirigiendo su compañía mientras esté en la Casa Blanca, ya que no hay ninguna ley que se lo prohíba, para decir acto seguido que no discutirán de negocios con sus hijos mientras sea presidente.

Como muestra de buena voluntad, explicó que el fin de semana rechazó contratos en Dubái por 2.000 millones de dólares. Insistió en que no tiene «ningún trato» comercial con Rusia y adelantó que hará todo lo posible para evitar conflictos de intereses.

Su abogada, Sheri Dillon, tomó la palabra para confirmar que el republicano adoptará «todas las medidas posibles» para dejar claro que no se aprovecha de la Casa Blanca para su beneficio personal. Así, la empresa del magnate neoyorquino no cerrará «ningún nuevo acuerdo internacional» durante su presidencia y las operaciones domésticas serán objeto de una escrupulosa supervisión.

Conflicto con China

Eso sí, el primer conflicto de intereses que puede tener son las 45 peticiones de patentes pendientes de ser aprobadas en China y que podrían violar la Constitución estadounidense. Según datos del Gobierno de Pekín, las solicitudes se formularon casi un año después de declarar sus intenciones de llegar a la Casa Blanca y las contestaciones llegarán meses después de que el empresario jure su cargo dentro de nueve días.

«La obtención de una marca, los permisos y otros documentos podrían ser considerados como privilegios otorgados por un Gobierno extranjero», advirtió a AFP Robert Painter, asesor de George W. Bush, que recuerda que la Constitución prohíbe a las autoridades federales aceptar regalos u otro tipo de «honorarios» de ejecutivos extranjeros. Tras la comparecencia de ayer, medios como The New York Times advierten que «Trump está poniendo las bases para enfrentarse a una crisis constitucional desde el primer día».

Un impuesto fronterizo para evitar la deslocalización

A nueve días del inicio de su mandato, Trump aseguró que será «el mayor productor de empleos que Dios ha creado nunca» y adelantó que en pocos días habrá «grandes noticias» sobre empresas que van a expandir sus operaciones en el país. Además dio otra clave de su política proteccionista: imponer un «gran impuesto fronterizo» a las empresas estadounidenses que sean deslocalizadas al extranjero. Aseguró que se va a acabar con una frontera débil «como la que hay ahora, que en realidad es un colador», advirtió. No se olvidó de halagar las decisiones de las empresas Ford y Fiat Chrysler de invertir en EE.UU. en lugar de en México e instó a General Motors a «seguir» su ejemplo.

Por primera, vez arremetió contra la industria farmacéutica estadounidense, a la que acusó de ser un «desastre» por vender en el país medicamentos fabricados en el extranjero y salir «indemne». Así, tiene intención de cambiar los procesos de compra de esos productos para ahorrar «miles de millones de dólares».

El muro con México

El presidente electo reiteró su intención de construir un muro -«no una valla», aclaró-, en la frontera con México y dio un plazo límite de año y medio para comenzar las obras, que el país vecino terminará pagando, «con impuestos o pagos» directos.

En cuanto a otras de sus promesas, acabar con la reforma sanitaria de Obama, Trump pretende derogarla y sustituirla inmediatamente. No dio detalles sobre cómo piensa hacerlo, sobre todo teniendo en cuenta que los republicanos aún carecen de un proyecto de ley para ese fin.