Hamon, el tapado en las primarias socialistas de Francia, elogia a Varufakis

ALEXANDRA F. COEGO PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

JEAN-CHRISTOPHE VERHAEGEN | afp

El candidato envía un mensaje proeuropeo ante el avance del euroescepticismo y advierte de los peligros de intentar recuperar votos del Frente Nacional

10 ene 2017 . Actualizado a las 07:51 h.

Benoît Hamon se reunió ayer con el exministro de Economía griego Yanis Varufakis para mandar un mensaje proeuropeo ante el avance del euroescepticismo. El candidato a las primarias socialistas galas aprovechó la comida con Varufakis para advertir a sus adversarios de los peligros de intentar recuperar votos del Frente Nacional (FN) en el terreno del sentimiento antieuropeo, instándolos a no «caer en el lado oscuro de la fuerza». «Empezamos diciendo que el euro ya no es posible y mañana cuestionaremos nuestras fronteras. No se dónde se va a acabar», lamentó. «Pienso que Jean-Luc, al igual que Arnaud, son sólidos en sus convicciones, pero hay que tener cuidado de no confundir a nuestros electores para que elijan al Frente Nacional por haber mantenido una forma de euroescepticismo», advirtió a Jean-Luc Mélénchon y Arnaud Montebourg, dos de sus rivales en la carrera por el Elíseo.

Si bien Mélénchon se ha presentado directamente a las elecciones presidenciales, Montebourg se medirá a Hamon en las primarias socialistas. El exministro de Educación se perfila como el tercero en discordia por detrás del duelo Valls-Montebourg. Según el último sondeo publicado ayer, el exprimer ministro pasaría a la segunda vuelta con el 36 % de los votos, seguido por Montebourg, con el 24 %, y Hamon, con el 21 %.

Mensaje contundente 

Hamon subrayó la importancia de «apostar por la cooperación en Europa y por el progreso social a la vez», a diferencia del mensaje del FN. «No quiero ser uno de esos que cierran la puerta y apagan las luces diciendo 'Europa se ha acabado'; no romperé el proyecto europeo», indicó.

Para el candidato, Varufakis representa la tercera vía que desea tomar en la cuestión de la UE y se declaró «admirador del concepto de desobediencia constructiva» que lleva por bandera el griego, que consiste en «no aceptar todo lo que nos pone sobre la mesa el Banco Central Europeo, la Comisión Europea…». A la cabeza de DIEM 25, un «movimiento por la democracia en Europa», el exministro griego busca el apoyo de los socialistas galos para sus propuestas.