La justicia alemana archiva la investigación del accidente de Germanwings

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ANNE-CHRISTINE POUJOULAT | Afp

La fiscalía alemana considera a Andreas Lubitz el único responsable de la catástrofe

09 ene 2017 . Actualizado a las 20:08 h.

La justicia alemana anunció este lunes que archiva la investigación sobre la catástrofe aérea de Germanwings, uno de cuyos aviones fue estrellado voluntariamente por un piloto en los Alpes franceses en marzo de 2015 tras haber despegado de España.

«Las investigaciones no aportaron pruebas suficientes ni tangibles sobre responsabilidades externas de personas aún vivas» en el entorno familiar o médico del piloto ni en el seno de su empresa, declaró a la AFP Christoph Kumpa, portavoz de la fiscalía de Dusseldorf (oeste), que dirigía la investigación en Alemania.

Estas pesquisas se realizaban paralelamente a una instrucción abierta por la justicia francesa en Marsella, en el sureste del país, que sigue abierta. La investigación determinó que la tragedia fue provocada deliberadamente por el copiloto de 27 años Andreas Lubitz, depresivo y suicida, que aprovechó la ausencia momentánea del comandante para encerrarse en la cabina de mando y precipitar el avión contra la montaña.

El siniestro del avión, que volaba de Barcelona a Dusseldorf, dejó 150 muertos, entre ellos 72 alemanes y 50 españoles.

Los investigadores alemanes intentaron determinar si hubo negligencia por parte de los médicos que examinaron a Lubitz y que no habrían informado de sus problemas psíquicos a Germanwings, filial de bajo coste de la aerolínea alemana Lufthansa.

El copiloto no habló de sus intenciones suicidas ni a sus médicos ni a sus allegados, lo que implica que ninguno de ellos podía señalarlo a la compañía aérea, que por lo tanto desconocía su estado real, explicó Kumpa para justificar el archivo de la investigación en Alemania.

En Francia se instruye un caso por homicidios involuntarios para determinar el nivel de conocimiento de la compañía respecto al estado mental del copiloto, que podría eventualemente desembocar en un juicio.

Los allegados de las víctimas también presentaron un querella en Estados Unidos contra la escuela de pilotos que formó a Lubitz, habilitado para volar después de haber sido examinado por numeross médicos durante los años anteriores a la catástrofe.