Estados Unidos ordena la expulsión de 35 diplomáticos rusos por ciberataques de Rusia

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

MICHAEL REYNOLDS | EFE

El Gobierno estadounidense adoptó esta medida en respuesta a la «interferencia en las elecciones presidenciales» y ha dado 72 horas a los diplomáticos para que abandonen el país

30 dic 2016 . Actualizado a las 07:41 h.

Estados Unidos está protagonizando una transición presidencial inusualmente beligerante. El Gobierno de Barack Obama impuso duras sanciones a Rusia por la que considera probada injerencia del Kremlin con ciberataques en las elecciones ganadas por Donald Trump.

Las medidas incluyen la expulsión de 35 diplomáticos rusos y sanciones económicas a las agencias e individuos vinculados a los ciberataques. El presidente saliente prometió más medidas contra Moscú, algunas de ellas secretas (según la prensa, operaciones informáticas encubiertas). Las sanciones se incluyen en una orden ejecutiva para que así Trump no pueda revertirlas fácilmente cuando llegue al poder, el próximo 20 de enero.

La reacción del Kremlin no se hizo esperar. El portavoz Dmitri Peskov tachó de infundadas las acusaciones y adelantó que habrá represalias. Poco antes, el jefe de la Comisión Internacional del Senado, Konstantin Kosachov, atribuyó los «pasos destructivos» de Washington a «la agonía» del Gobierno Obama.

«He ordenado una serie de acciones en respuesta al agresivo acoso del Gobierno ruso a los oficiales estadounidenses y a los ciberataques dirigidos contra nuestras elecciones», anunció Obama en un comunicado difundido por la Casa Blanca. El presidente considera que estas medidas, «que siguen a repetidos avisos tanto públicos como privados al Gobierno ruso», «son una respuesta necesaria y adecuada a los esfuerzos por perjudicar los intereses de EE.UU. en violación de las normas internacionales».

La CIA y otras agencias de seguridad estadounidenses concluyeron que el pirateo y difusión de correos electrónicos del Partido Demócrata y del equipo de Hillary Clinton estuvo diseñado para beneficiar a Donald Trump, quien no ha escatimado elogios a Vladimir Putin. «Ese robo y difusión de información solo pudo haber sido dirigida por los más altos niveles del Gobierno ruso», añadió Obama. «Esas actividades tienen consecuencias», dijo.

Agregó que su Gobierno entregará al Congreso en los próximos días un informe sobre «los esfuerzos de Rusia para interferir» en las elecciones.

La Casa Blanca ordena salir del país en 72 horas a 35 agentes de los servicios de inteligencia rusos adscritos a la Embajada en Washington y al Consulado en San Francisco. Además, impone el cierre de dos centros recreativos frecuentados por autoridades y agentes rusos, uno en Nueva York y otro en Maryland. El castigo recae también sobre los servicios de inteligencia (FSB) y militar (GRU).Cuatro agentes de inteligencia y tres diputados rusos, así como de tres compañías y organizaciones rusas, se incluyen en la lista de sancionados, lo cual supone que sus activos en Estados Unidos quedarán bloqueados y las empresas estadounidenses no podrán hacer negocios con ellos.

El comunicado de Obama concluye con una advertencia: «Estados Unidos y sus amigos y aliados en el mundo debemos trabajar juntos para oponernos a los esfuerzos de Rusia para socavar las normas internacionales establecidas, e interferir con el proceso democrático».

Antes de conocerse las sanciones, Trump pidió a Obama pruebas de la injerencia rusa. «Si EE.UU. tiene pruebas claras de que alguien ha interferido en las elecciones, debemos darlas a conocer», dijo en una conferencia telefónica a los medios Sean Spicer, portavoz del equipo de transición del republicano, quien pasa estos días festivos en su club privado de Palm Beach (Florida). Spicer subrayó que, «políticamente, mucha gente de izquierdas continúa socavando la legitimidad» del triunfo de Trump.