Macri fulmina al ministro de Finanzas por los malos datos económicos del año

PAULA SABAJANES BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

ENRIQUE MARCARIAN | Reuters

La presidenta de Aerolíneas renunció hace una semana para no hacer un plan de ajuste

27 dic 2016 . Actualizado a las 07:39 h.

El presidente argentino, Mauricio Macri, sorprendió ayer al pedir la renuncia de su discutido ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat Gay, y dividir en dos la cartera económica. La primera crisis de Gobierno, un año después de asumir la gestión del país permite la salida de una de las voces que más fricciones generaba en el discurso económico.

El jefe de gabinete de Macri, Marcos Peña, descartó un cambio de rumbo en la política económica tras el anuncio pero reconoció alguna discordancia con el exministro. «Se trata de una discusión abierta respecto al diseño y al proceso de toma de decisiones, pero no son temas de fondo», destacó Peña, asegurando que mantienen las bases de lo expuesto en la campaña electoral. Asimismo, elogió la labor de Alfonso Prat Gay el frente de la cartera de Finanzas «en un año muy duro por la transición económica». «Se lograron grandes cosas, como la salida del cepo, la normalización de las relaciones internacionales, la salida del default, la mejora del impuesto a los beneficios o la lucha contra el fraude fiscal», remarcó.

Ni sus éxitos como ministro ni sus vínculos con los más importantes empresarios del país fueron suficientes para salvar a Prat Gay del efecto letal de los enfrentamientos que protagonizó en público con sus declaraciones, fundamentalmente sobre política monetaria, que lo enfrentaron con el presidente del Banco Central de la Nación Argentina (BCRA), Federico Sturzenegger. Este llegó a desmentirlo en una conferencia sectorial, lo que aumentó las diferencias entre ambos.

Pérdida de influencia

En las últimas semanas, Macri había desplazado a Prat Gay de las negociaciones que se hicieron para sacar adelante la modificación del impuesto sobre los beneficios y evitar más conflictos en un tema que se convirtió en el centro de la actualidad política y económica del país.

La salida de Prat Gay se concreta solo días después de la renuncia de la presidenta de Aerolíneas Argentinas, Isela Constantini, que alegó motivos personales para la decisión, pero despertó toda clase de rumores sobre su negativa a aplicar el plan de ajuste en la compañía exigido por el Ministerio de Transportes, en medio de la autorización de nuevas líneas de bajo costo que revolucionará el mercado aéreo argentino. Constantini es considerada una de las ejecutivas más valoradas del país y era, hasta su incorporación al equipo de Macri, CEO de General Motors en Argentina, adonde podría volver en un futuro inmediato.

La responsabilidad del diseño del plan económico dependerá ahora de diez altos cargos del Gobierno. Las caras más visibles serán las del ministro de Finanzas, Luis Caputo, el hasta ahora secretario del área, y el ministro de Hacienda, el consultor Nicolás Dujovne. Su toma de posesión se concretará los primeros días de enero, una vez que Macri regrese de sus vacaciones en San Martín de los Andes.

La trama argentina de la constructora acusada de sobornar a Lula

La empresa que tiene en jaque la vida política de Brasil reconoció que sobornó a funcionarios argentinos para acceder a la concesión de obra pública por valor de 278 millones de dólares durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Según la investigación, la firma brasileña abonó pagos por valor de más de 35 millones de dólares para garantizarse las adjudicaciones.

La empresa más implicada en el escándalo de la petrolera Petrobras y elemento clave de la investigación Lava Jato que tiene en vilo el futuro de Dilma Rousseff, Lula da Silva y el presidente Michel Temer -y cuyo máximo responsable, Marcelo Odebrecht, permanece preso desde hace más de un año-, reconoció ante un tribunal de Estados Unidos pagos ilícitos por valor de 788 millones de dólares para acceder a más de 100 contratos de obra en Argentina, Colombia, México, Panamá, Venezuela, Perú, Guatemala, Ecuador, República Dominicana y Brasil. Por estas actividades ilegales, la firma brasileña pagará, acuerdo mediante con la justicia de Brasil, Estados Unidos y Suiza, una multa de 3.500 millones de dólares.

En Argentina, Odebrecht ganó las licitaciones de las obras para la ampliación de gasoductos en 15 provincias, la construcción de una refinería para la petrolera estatal YPF y el soterramiento de una línea de ferrocarril, entre otras, durante los últimos años.

La noticia que confirma del pago de los sobornos a intermediarios y a burócratas locales ha sentado como un jarro de agua fría porque profundiza el descrédito de la clase dirigente y vuelve a poner bajo sospecha el código ético de los máximos responsables políticos del país.

La diputada y líder del partido GEN, Margarita Stolbizer, pedirá a la justicia que se investiguen estos hechos y aseguró que «a nadie le asombra una denuncia sobre episodios de corrupción que implica al Ministerio de Planificación Federal porque si en un lugar estuvo focalizada la corrupción de los últimos año, fue en el ministerio de Julio De Vido», hombre de confianza de Néstor Kirchner desde que este comenzó en la función pública en la provincia de Santa Cruz.

Los mandatos de los Kirchner ya están bajo la lupa de la justicia. La expresidenta Cristina Fernández está procesada en varias causas que investigan si existió durante sus gobiernos un sistema de sobreprecios en la obra pública para beneficiar a empresarios amigos y generar ingresos ilegítimos. Sus bienes y los de sus dos hijos, Florencia y Máximo Kirchner, permanecen inmovilizados por orden judicial. También existe una denuncia penal por irregularidades en la contratación de una cooperativa en la que figura la madre de la exmandataria, Ofelia Wilhelm, y que motivó una durísima carta pública de Cristina Fernández contra Mauricio Macri, acusándolo de estar detrás de la demanda y señalándolo a él y a su padre como el «problema de Argentina» por ser parte de la «patria contratista que nacionalizó la deuda de sus empresas mientras la dictadura genocida había hecho desaparecer a miles de argentinos».

Mauricio Macri fue uno de los políticos señalados en los papeles de Panamá como responsables de sociedades offshore en paraísos fiscales y tiene abiertas investigaciones judiciales por presunta evasión impositiva y maniobras de opacidad financiera en empresas familiares. Además, la justicia federal analiza contradicciones en sus declaraciones juradas de bienes y estos días trascendió que la fiscalía de Hamburgo reportó movimientos financieros sospechosos y la petición de destrucción de documentación a bancos alemanes por parte de dos de sus hermanos.

El presidente elige a dos economistas con pasado en Wall Street para reflotar el país

Mauricio Macri es consciente de que sus compatriotas le eligieron en buena medida para reflotar la economía y abandonar cuanto antes las grave crisis en la que se halla sumida Argentina. Pero un año después de llegar a la Casa Rosada, la situación sigue por los mismos derroteros y los números le dan la espalda a la prometida recuperación económica.

Quizá por ello, el presidente argentino no quiere más experimentos y ha reclutado para suceder a Prat-Gay a Luis Caputo, un economista con experiencia en  Wall Street que fue clave dentro del Gobierno en la negociación para resolver el conflicto con fondos especulativos acreedores de deuda en mora desde 2001 y eludir el default parcial (cese de pagos) y financiarse en los mercados internacionales 15 años después, un objetivo esencial para el proyecto de reforma económica que el presidente argentino diseñó al inicio de su mandato.

Desdoblamiento

El otro Ministerio (el de Hacienda) que surge tras la destitución de Prat-Gay lo liderará a partir de ahora Nicolás Dujovne, un conocido economista argentino que formó parte del equipo económico de la campaña que elevó a Macri hasta la Casa Rosada. Caputo, de 51 años, tiene más de 30 años de experiencia en el sector financiero, un área que conoció desde dentro a su paso por empresas de Wall Street: fue jefe de un importante departamento de la financiera JP Morgan.