Paolo, «el Frío», un noble sobrio y pragmático

M. S. ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

REMO CASILLI | Reuters

Quienes lo conocen bien, destacan la frialdad como rasgo distintivo de su carácter y algo que lo diferencia de Matteo Renzi, a quien apoyó siempre

12 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

De su familia noble vinculada al papado de Pío X, este romano de 62 años ha heredado poco más que un ilustre palacio en el centro de Roma, ya que sus ideas políticas siempre han estado a la izquierda, sobre todo en sus años juveniles en los que fue líder de movimientos estudiantiles comunistas. Casado con la arquitecta Emanuela Mauro, la pareja no tiene hijos y es poco amiga de hacer vida social. 

Quienes lo conocen bien -como su amigo de juventud, el «verde» Ermete Realacci-, destacan la frialdad como rasgo distintivo de su carácter y algo que lo diferencia de Matteo Renzi, a quién apoyó siempre. La imagen de su Gobierno será muy distinta a la del florentino dejando atrás la retórica y el histrionismo. Ahora se verá un presidente del gobierno pragmático, poco amigo de florituras léxicas y sobrio en sus maneras. De sus orígenes nobles conserva el gusto por un look clásico en el que predomina el loden verde, los mocasines y los trajes grises, muy lejanos del pelo largo y chaquetones progres que lucía en su juventud.

Además de dominar tres idiomas -inglés, francés y alemán-, su capacidad de trabajo es proverbial y sus colaboradores aseguran que se estudia con atención todos los dosieres que llegan a sus manos. Como ministro de Exteriores, en el Gobierno de Renzi destacó por las buenas relaciones tanto con Estados Unidos como con Israel.

Tras licenciarse en Ciencias Políticas, Gentiloni trabajó de periodista en varias publicaciones de la izquierda extraparlamentaria hasta llegar a la revista de la asociación ecológica Legambiente, donde conoció a Francesco Rutelli. De este fue portavoz cuando el 1993 se convirtió en regidor de Roma. Será el exalcalde el que varios años más tarde, en el 2004, le presente a Matteo Renzi, del que se hará promotor en el Partido Democrático, pero que no dudará en criticar cuando en 2014 maniobre para hacer caer al Gobierno de Enrico Letta.

Antes, Gentiloni se había convertido en un impulsor de l’Ulivo di Romano Prodi que, merced a su experiencia con los medios de comunicación, lo llamó para la cartera de ministro de Comunicaciones entre 2006 y 2008. Ahí intentó remodelar el sistema televisivo, provocando la ira de Silvio Berlusconi, y la reforma de la televisión pública, proyectos que no se concluyeron a causa de la caída del gobierno de Prodi. En el 2007, Gentiloni fue uno de los 45 miembros del comité promotor del Partido Democrático y en el 2012 se presentó a las primarias para elegir candidato para pelear por la alcaldía de Roma, aunque finalmente salió elegido Ignazio Marino.