Las ideas puestas sobre la mesa para la toma de posesión van desde un desfile en la Quinta Avenida hasta la llegada a Washington en helicóptero
09 dic 2016 . Actualizado a las 07:38 h.Guste o no, Donald Trump está reinventando la manera de hacer política en Estados Unidos. Sus actos así lo demuestran a nivel político, diplomático e incluso en cuanto a la propia selección de su futuro gabinete, como si de un reality show se tratase. No hay más que recordar la noche electoral y cómo el empresario protagonizó una entrada triunfal en el Hilton, mientras sonaba la banda sonora de la película Air force one.
Su investidura no podía ser menos y por ello, el magnate ha elegido a Mark Burnett, productor de El Aprendiz (reality show que protagonizaron Donald Trump y su hija Ivanka), para que dirija una espectacular llegada a la Casa Blanca el 20 de enero.
«Las ideas puestas sobre la mesa incluyen un desfile en la Quinta Avenida y la llegada a Washington en helicóptero», revela The New York Times. Se trata de «llamar la atención de los millones de personas que verán la investidura en todo el mundo», aseguró el famoso productor. Burnett es considerado como «el creador de Trump como personaje mediático»: «Promovió una visión diferente de él. Un empresario confiado, que sabía detectar un buen negocio y fomentar el éxito», señaló Business Insider.
La capital lleva semanas trabajando sobre los preparativos, de hecho varias plataformas de madera impiden a los turistas ver la Casa Blanca en su totalidad.
Mientras Bernett se encarga de todos los actos relacionados con el desplazamiento de Trump, Stephanie Winston, (hija adoptiva del heredero de las joyerías Harry Winston y exorganizadora de eventos de la revista Vogue) deberá seducir al mundo del espectáculo. Y no lo tiene fácil. Al parecer, el equipo está teniendo problemas para contratar artistas de alto nivel, porque ninguno quiere que se le vincule con el magnate. Elton John o The Rolling Stones habrían sido algunos de los que ya han cerrado la puerta a la posibilidad de actuar en la puesta de largo.
La desesperación es tal que desde el comité presidencial estarían «dispuestos a pagar cualquier cosa» y ahora estarían centrando sus esfuerzos en convencer a talentos como Justin Timberlake y Bruno Mars. En la última investidura de Obama, Beyoncé cantó el himno nacional y James Taylor interpretó America the Beautiful.