Renzi se marcha del Gobierno, pero no suelta las riendas de su partido

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

ANDREAS SOLARO | AFP

Emplaza a la oposición a formar un Ejecutivo de unidad o a adelantar los comicios

08 dic 2016 . Actualizado a las 09:06 h.

Con un «Gracias a todos. ¡Viva Italia», se despidió este miércoles Matteo Renzi de su cargo como jefe del gobierno. A las 7 de la tarde, tal como había anunciado, acudió al palacio de Quirinal, sede de la presidencia de la República, para presentar su dimisión a Sergio Mattarella. Tras consumarse la renuncia, el presidente empieza ya esta misma tarde una ronda de consultas con los titulares del Parlamento, que proseguirá mañana y pasado con los grupos parlamentarios, para articular una salida a la crisis abierta por el referendo del domingo.

La impresión dominante, según Colpisa, es que Renzi ha dado un paso atrás pero no tiene intención alguna de desaparecer de la primera línea política. Sigue siendo el secretario general de su partido y se queda ahora a la espera de lo que hagan tanto la oposición como el sector de su formación que aspira a quitárselo de encima.

El propio Renzi contribuyó a esta impresión al dibujar en su blog las posibilidades que se abren tras su marcha: «Tocará a los grupos parlamentarios decidir que se hace. ¿Querrán ir a elecciones ya? En ese caso hay que esperar la sentencia del Tribunal Constitucional el 24 de enero y después votar con la actual ley con los cambios que indique el tribunal». Añade que «si los grupos quieren seguir adelante con la legislatura, tendrán que sostener un nuevo gobierno que afronte la ley electoral». Es decir: o se vota anticipadamente o se forma un gobierno de unidad nacional en el que Renzi no participará ya que, según anunció, también está preparado «para ceder el gobierno a mi sucesor con un abrazo y un augurio de buen trabajo».

La larga jornada se inició con la presentación ante el Senado de la Ley de Presupuestos para el 2017. El Ejecutivo envió la ley blindada a la cámara alta para evitar que la oposición presentara mociones en contra y, así, acelerar la aprobación. Era la condición impuesta por el presidente y su cumplimiento dio vía libre a Renzi para presentar su dimisión.

Antes de acudir al Quirinal, Renzi se había reunido con la dirección del Partido Democrático. No solo puso en valor su gestión al frente del Gobierno, sino que no mostró intención alguna de renunciar a la secretaría general y se dedicó a pasar la patata caliente tanto a los otros partidos como a los pesos pesados del suyo que no le tragan. En una estratégica jugada, optó por apartarse durante un tiempo pero sin soltar las riendas de su formación. De hecho, ni siquiera va a participar en la ronda de consultas con Mattarella: prefiere que vayan algunos de sus edecanes. Según Colpisa, estos días de retirada le servirán para valorar si cuenta con los apoyos suficientes para preparar su eventual retorno al poder, que se produciría si aguanta en la secretaría general del PD y si gana las elecciones que se celebrarán probablemente la próxima primavera, una vez que haya sido aprobada una nueva la ley electoral.

Desde su casa de Génova Beppe Grillo sigue con atención lo que ocurre en Roma y que será decisivo para el futuro del Movimiento 5 Estrellas. Sin intención de conceder entrevistas, el cómico solo da a conocer su opinión a través de su blog en el que anunció que los suyos ya han presentado en el Parlamento una propuesta para extender la ley electoral Italicum al Senado y poder de esta manera convocar elecciones lo antes posible.