Hollande premia al leal Cazeneuve y le entrega el Gobierno hasta las elecciones

Alexandra F. coego PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

BERTRAND GUAY

El hasta ahora ministro del Interior sustituirá a Manuel Valls, que dimitió para presentarse a las primarias

07 dic 2016 . Actualizado a las 07:39 h.

François Hollande no dejó transcurrir ni 24 horas para cubrir el vacío que dejó la marcha de Manuel Valls. Puso a la cabeza del Ejecutivo a Bernard Cazeneuve, actual ministro del Interior, y eligió a Bruno Le Roux para sustituir a Cazeneuve en el ministerio. Con la elección de dos hombres abiertamente hollandistas, el presidente ha apostado por la lealtad, una cualidad escasa en el Elíseo.

Valls también recibió enseguida a su sucesor para hacer el traspaso de funciones. El primer ministro saliente declaró haber sido «feliz» pese a las tragedias que sucedieron durante su mandato y el nuevo jefe del Gobierno precisó que su prioridad seguirá siendo la seguridad frente a «la amenaza terrorista». 

Según el círculo cercano del presidente, el exalcalde de la ciudad norteña de Cherbourg responde a los criterios necesarios para ocupar el puesto: «eficacia, cohesión y confianza». «Hollande aprendió a conocerlo durante los atentados y la puesta en marcha del estado de emergencia», explicó un familiar del jefe de Estado a Le Monde. «Ahora tiene una gran confianza en él», agregó. Cazeneuve prevé retirarse de la política tras las presidenciales para retomar su trabajo de abogado, algo que el presidente tomó en cuenta a la hora de decidirse por él.

Las reacciones al nombramiento oscilaron entre los halagos socialistas y las críticas de sus rivales. Para Jean-Christophe Cambadélis, secretario general del Partido Socialista francés (PSF), «Francia está en buenas manos». En cambio, Florian Philippot, segundo de Marine Le Pen, sostuvo que se recompensa con Matignon «al ministro de Interior que puso a los policías en las calles y vio al islamismo matar».

Mucho menos polémico fue el nombramiento de Bruno Le Roux, jefe de los diputados socialistas con un recorrido de 27 años en el seno del partido. En 1995 fue nombrado delegado nacional del PSF encargado de la seguridad y de la policía hasta que en 1997 entró en la Asamblea Nacional. Le Roux no ocultó su decepción cuando no fue elegido en los sucesivos Gobiernos de Hollande, pero su lealtad le ha ganado la cartera que más ansiaba, Interior.

Con los textos de ley más importantes votados y la suspensión de la sesión parlamentaria a partir de febrero para dar paso a la campaña electoral, el cambio de Gobierno no tendrá un gran impacto en el resto del quinquenio de Hollande. Con cinco meses por delante, Cazeneuve será el primer ministro más efímero de la quinta república francesa, iniciada en 1958.

Un amigo del Ejecutivo español

Cazeneuve ha forjado durante sus 32 meses al frente de Interior excelentes relaciones con el Gabinete español, de cuyo ministro portavoz, Méndez de Vigo, es amigo personal. En plena sintonía con Madrid para exigir el desarme y la disolución de ETA antes de cualquier concesión con los presos, ha sido promotor de la mancomunidad del País Vasco francés, primer reconocimiento institucional de la identidad vasca, que se va a estrenar el 1 de enero. La amistad de Cazeneuve con Madrid nació en su primera experiencia gubernamental como ministro delegado de Asuntos Europeos. Partidario del no a la Constitución europea, en Bruselas se sintió como «un usurpador sospechoso» que encontró en su entonces homólogo Méndez de Vigo un mentor para temas complejos.