Hollande cede el testigo a Valls

Alexandra F. Coego PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MIGUEL MEDINA | Afp

Es el primer presidente de la V República que renuncia a presentarse a la reelección

02 dic 2016 . Actualizado a las 09:19 h.

Rendido a su impopularidad, François Hollande arroja la toalla. El presidente de Francia anunció este jueves que renuncia a seguir en el poder y no se presentará a un segundo mandato. Lo anunció en una alocución en directo desde el palacio del Elíseo en el día en que se abrió el plazo de presentación de candidaturas para las primarias socialistas. La retirada de Hollande, sin precedentes desde la fundación de la V República por Charles de Gaulle en 1958, deja vía libre a la candidatura del primer ministro, Manuel Valls, que días atrás se postuló para asumir el reto.  

Hollande comenzó su anuncio haciendo un balance del quinquenio y entonando a su vez una suerte de mea culpa. «El mayor compromiso era disminuir el desempleo, pero el paro sigue a un nivel demasiado elevado», admitió. También recordó los atentados yihadistas que se produjeron durante su presidencia: el de Charlie Hebdo, los ataques de París del 13 de noviembre del 2015 y el de Niza de este verano. «En estas circunstancias particularmente duras, incluso terribles, he querido mantener la cohesión nacional», explicó con semblante serio. A pesar de asumir su evaluación y reconocer ciertos errores, el jefe de Estado solo se arrepiente de una decisión: «Haber propuesto la pérdida de la nacionalidad». Una medida polémica que el socialista quiso imponer tras el 13N para castigar a aquellos franceses de doble nacionalidad que cometieran «una ofensa grave a la vida de la nación». «Pensé que podría unirnos; nos dividió», confesó.  

División de la izquierda

«No puedo conformarme con la dispersión de la izquierda, con su desintegración», explicó, evocando las fracturas del último fin de semana, que ahora se revela negro para Hollande. El sábado, el Partido Radical de la Izquierda (PRG) presentó una candidata propia a las presidenciales y los militantes del Partido Comunista decidieron apoyar la candidatura de Jean-Luc Mélénchon y su movimiento La Francia Insumisa. El golpe de gracia lo dio Valls el domingo, al anunciar en Le Journal du Dimanche que estaba listo para presentarse contra Hollande. David Revault d’Allonnes, periodista del semanario, reiteró ayer que Valls fue «el último clavo en su ataúd». El resto de los clavos: los sucesivos récords de impopularidad, su libro de confidencias Un presidente no debería decir eso, sin olvidar el lamentable vals de ministros entrando y saliendo del Elíseo. Por el momento, tres han hecho públicas sus ambiciones presidenciales: Benoît Hamon, Emmanuel Macron y Arnaud Montebourg, que ayer aprovechó para oficializar su candidatura.

Sin referirse a su eventual candidatura, Valls transmitió al presidente su respeto por una decisión «difícil, madurada y grave de hombre de Estado». A juicio de Fillon, con su renuncia Hollande «admite con lucidez su fracaso». Macron, su rebelde ahijado político, saludó una decisión «valiente y digna».