Fillon da la sorpresa en las primarias de la derecha, con una altísima participación, y le disputará a Juppé la candidatura final
21 nov 2016 . Actualizado a las 16:51 h.
Tras el brexit y Donald Trump, las sorpresas continúan en el escenario político. Ayer, François Fillon se situó a la cabeza en la primera vuelta de las elecciones primarias de la derecha francesa. Quien fue primer ministro con Nicolas Sarkozy había quedado relegado a la cuarta posición durante todo este año, incapaz de superar el 13 % de intención de voto, pero la semana pasada dio un inesperado salto en los sondeos, situándose en un 22 % y amenazando al, hasta entonces, intocable dúo Juppé-Sarkozy. Fillon superó ayer todas las expectativas con un 44 % de los votos (con el escrutinio al 85%). Alain Juppé, el favorito de las encuestas, le siguió en segunda posición, con un 28 %. Sarkozy, la decepción de la noche, cosechó un 21 %, quedando así fuera de la carrera por volver al Elíseo y anunciando (por segunda vez) su retirada de la política.
François Fillon fue el primero en anunciar su candidatura a las primarias de Los Republicanos hace ya tres años. En abril del 2015 confirmó sus ambiciones presidenciales, describiéndose como «un candidato que quiere proponer un proyecto de ruptura y de progreso, con la ambición de hacer de Francia la primera potencia europea en 10 años». El programa de Fillon descansa sobre tres pilares: liberalizar la economía, restaurar la autoridad del Estado y reafirmar los valores de Francia. Comparadas a las propuestas del resto de los candidatos, sus 15 medidas clave se encuentran entre las más conservadoras en materia de sociedad civil, y entre las más liberares en cuanto a economía. En asuntos de seguridad, aboga por prohibir la entrada en el país a los yihadistas que regresan de Siria y expulsar a los extranjeros «pertenecientes a la esfera de influencia terrorista». Además, promete destinar 12.000 millones de euros al refuerzo de la policía, la defensa y la justicia, y a crear 16.000 plazas en las cárceles.
La tasa de participación en esta primera vuelta fue más elevada de lo que se esperaba. A las cinco de la tarde ya había superado los 2,5 millones de votantes. En las primarias del Partido Socialista del 2011, a la misma hora se había registrado un millón menos. «En muchos sitios hemos tenido solicitudes de renovación de sobres, e incluso el stock de la segunda vuelta ya se ha utilizado», explicó Thierry Solère, presidente de la comisión de organización de las primarias.