Renzi amenaza de nuevo con dimitir

La Voz ROMA / COLPISA

INTERNACIONAL

Stefano Rellandini | reuters

Los 34 sondeos realizados hasta el momento señalan que el primer ministro italiano perderá el referendo del 4 de diciembre

18 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Italia ha entrado de lleno en una atípica campaña que no concluirá con unas elecciones al uso, sino con el referendo constitucional el 4 de diciembre, convocado para tratar de reforzar la gobernabilidad del país. La consulta supone un examen para el Ejecutivo de Matteo Renzi, promotor del plebiscito y que ha prometido que dejará el poder si vence el no. Preocupado porque los 34 sondeos realizados desde hace un mes son desfavorables, el primer ministro intenta darle la vuelta a las previsiones advirtiendo del caos que, a su juicio, provocaría el fracaso de la consulta

Ayer reafirmó su voluntad de salir del Gobierno en caso de derrota pero rechazó la opción de que fuera sustituido por un Gabinete técnico, la opción en principio más fácil para evitar el vacío de poder. «Yo no soy como ellos, no estoy dispuesto a entrar en los jueguecitos de la vieja política. Si quieren quedarse como un peso muerto, que cojan a otro. ¿Sabe a cuántos encuentran mejor que yo para eso? Pero si se quiere cambiar, que cuenten con nosotros», declaró.

La posición mostrada por el primer ministro complica aún más las cosas, pues si se va, es posible que una buena parte del Partido Democrático (PD) secunde su postura y se niegue a apoyar un Gobierno formado por tecnócratas, similar al dirigido por Mario Monti después de que Berlusconi fuera apartado en el 2011. No quedaría entonces más alternativa que convocar comicios anticipados, aunque no se sabe con cuál ley electoral se celebrarían, pues los partidos dicen ahora que no les gusta la Italicum, nuevo sistema aprobado hace solo un año y que todavía no ha sido estrenado.

El caos político, en definitiva, está servido en Italia, un país que da crecientes muestras de querer volver a su estado natural, la inestabilidad. El revés que los sondeos prevén en la consulta de dentro de dos semanas confirmaría además lo peligrosos que resultan los referendos, como se ha visto en Reino Unido y Colombia.

Renzi se dedicó ayer a recordar que son los «Gobiernos técnicos los que suben los impuestos». No le falta razón, pues los más duros ajustes le tocó hacerlos a Monti cuando se hizo cargo del país en un momento en que parecía al borde del colapso. El líder del PD repite una y otra vez que la consulta del 4 de diciembre es una oportunidad histórica para que el país pase página y deje de ser ingobernable.

El punto decisivo de la reforma constitucional es el fin del bicameralismo perfecto, lo que aligeraría la aprobación de las leyes.