Leopoldo López cumple mil días en la cárcel y reclama más movilizaciones

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MIGUEL GUTIERREZ

La dividida oposición recrimina a Maduro la falta de avances en el diálogo

15 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras recibir duras críticas por los acuerdos suscritos el sábado con el Gobierno de Nicolás Maduro, la oposición pidió a sus seguidores mantener las protestas de calle, pero se enfrenta al inconveniente de que buena parte de su público se ha desmovilizado tras la tregua de dos semanas para llegar a unos convenios que más parecen concesiones unilaterales de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que una verdadera negociación.

Tanto el preso de conciencia Leopoldo López, como Henrique Capriles, gobernador y líder opositor, y el secretario de la MUD, Jesús Torrealba, llamaron al público a «seguir luchando» por «el objetivo principal», que es la realización de un referendo revocatorio a Maduro.

López, quien el lunes cumplió mil días en prisión (de una condena de casi 14 años de cárcel) envió una serie de tuits en los que señaló que «debemos retomar la agenda de la protesta cívica y constitucional. Ese derecho es irrenunciable. Convoquemos un gran movimiento cívico de defensa de la Constitución para respaldar a la Asamblea Nacional y (que esta) retome el juicio político».

A su vez, Capriles indicó que «los corruptos no quieren elecciones, 80 % del país sí quiere. ¿Qué debemos hacer? Seguir luchando», afirmó.

Torrealba señaló en su espacio de radio en Caracas que «en estos días deberían producirse nuevas liberaciones de presos políticos», como también lo dijo Carlos Ocariz, alcalde del municipio caraqueño de Sucre, quien señaló que ese fue uno de los compromisos a los que llegó el Gobierno de Maduro con el Vaticano, que está llevando la facilitación del diálogo. Sin embargo, reconoció que «no sabemos quiénes van a ser los presos políticos liberados».

Es esta falta de precisiones, sumada al tono del acuerdo leído por Ocariz y Jorge Rodríguez (representante del chavismo y alcalde de otro municipio caraqueño, el de Libertador), que semiólogos como Willy McKey han acusado de usar el «neolenguaje» del Gobierno, el que ha hecho que analistas como Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas, señalen que «hasta donde la gente ve, la oposición ha quedado en una situación de debilidad, y ha cometido errores muy graves de forma y fondo»; el más importante de estos errores, no insistir en la realización del referendo revocatorio a Maduro, o retirarse del diálogo al no conseguirlo.

Reacción internacional

Internacionalmente, también parece haberse frenado el impulso que llevaba a los países americanos a considerar que el Gobierno venezolano había vulnerado la Carta Democrática Interamericana, como en varias ocasiones afirmó el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.

El excanciller del presidente uruguayo José Mujica señaló que «los mil días de prisión de Leopoldo López le duelen a todo el continente», mientras el propio Mujica, simpatizante con el chavismo, afirmó en un foro en Madrid que «no me gustan los presos políticos en ninguna parte del mundo. Tengo solidaridad de preso político con todos ellos», dijo sin romper una lanza en favor de López, al que el Grupo contra las Detenciones Arbitrarias de la ONU considera un reo de conciencia, como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el Parlamento Europeo.