El Partido Demócrata entra en erupción

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

BRIAN SNYDER | Reuters

Progresistas y moderados se disputan el control de la era pos-Clinton

13 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los demócratas han sido barridos del poder. Por primera vez desde 1928, sus rivales republicanos controlarán la presidencia, las dos cámaras del Congreso, la mayoría de los parlamentos estatales y las gobernaciones, todo bajo la sombra de un Tribunal Supremo en manos de jueces conservadores. La derrota de Hillary Clinton obliga a identificar los errores cometidos y a cambiar el rumbo en busca del electorado perdido.

La batalla por controlar una formación en crisis comenzará la próxima semana con la elección del nuevo líder. El establishment ya se ha movilizado para cortar una guerra abierta entre progresistas y moderados. Howard Dean y Keith Ellison son los dos postulantes a suceder a Donna Brazile al frente del Comité Nacional Demócrata (DNC), el órgano ejecutivo del partido. A sus 68 años, el primero es un viejo cargo de l demócratas (ya fue su presidente entre el 2005 y el 2009), exgobernador de Vermont y excandidatos presidencial en el 2004. Ha sido uno de los respaldos de Clinton y muy crítico con Bernie Sanders durante las primarias.

En el otro extremo, Ellison, de 53 años, es el primer musulmán elegido al Congreso de EE.UU. y líder del ala más progresista de esa cámara. Este legislador por Minnesota es el hombre por el que apuesta Sanders, decidido a que el partido no se acomode en el centroderecha. Tiene el respaldo del próximo líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, alineado normalmente con el ala más neoliberal, y de la senadora Elizabeth Warren, referente del ala izquierda del partido, según Politico.

La popularidad de Ellison ha subido en los últimos días tras hacerse viral en las redes una entrevista en la que recomendaba no subestimar a Donald Trump cuando no había ganado ni tan siquiera las primarias republicanas. Dean presentó su candidatura al día siguiente de las elecciones en su cuenta de Twitter, bajo la promesa de regenerar el partido entre las bases y en los grupos más jóvenes. Se espera que Ellison se postule oficialmente mañana. Al tándem podría sumarse un tercer aspirante: Martin O’Malley, excandidato a la primarias y exgobernador de Maryland.

Sanders, que perdió las primarias pese a ilusionar a millones de votantes -sobre todo jóvenes-, ha vuelto a la primera línea para promover un liderazgo más progresista. La incógnita es por quién se inclina la cúpula demócrata, es decir, Nancy Pelosi, Joe Biden y Barack Obama

La candidata equivocada

Una muestra del ambiente que se respira entre los demócratas fueron las críticas a Brazile en la misma noche electoral. Un miembro de su equipo la acusó de destruir el partido. «¿Por qué deberíamos confiar en usted cuando nos ha llevado a esto? Usted y su amiga [su antecesora en el DNC Debbie Wasserman] han actuado juntas para respaldar a una candidata equivocada para su propio beneficio».

La apuesta por la ex primera dama es uno de los errores que se le achaca a la cúpula demócrata. Una persona que no representaba el cambio que tantos votantes exigían. Otro, apostar por una estructura de partido liderada por blancos e incapaces de emocionar. El objetivo en el futuro es cómo volver a movilizar a su electorado natural, hispanos y afroamericanos, y como revertir el enfado de la clase trabajadora.

En los medios ya hay una larga lista de futuribles aspirantes a las presidenciales del 2020. Desde la veterana senadora Elizabeth Warren al joven texano Julián Castro, secretario de Vivienda. También incluye al carismático senador de Nueva Jersey Cory Booker, Sherrod Brown, ferviente defensor de la clase trabajadora de Ohio como senador por ese estado, o Kirsten Gillibrand, que tomó la vacante de en el Senado de Clinton.