Clientes de New Balance queman zapatillas para protestar por el apoyo de la compañía a Trump

La victoria de Donald Trump ha provocado una gran contestación entre algunos sectores de la sociedad americana. En una veintena de ciudades la gente ha salido a las calles a manifestarse, también se ha iniciado una sutil campaña simbolizada por los imperdibles y, además, la indignación se ha concretado también con un nombre y apellido (comercial): New Balance, que se ha mostrado satisfecho con los resultados electorales.

El origen de la polémica se encuentra en una información de The Wall Street Journal , que pidió una valoración del triunfo de Trump a varias compañías, entre ellas a New Balance, quien aseguró: «La Administración Obama nos hizo oídos sordos y, francamente, con el presidente electo Trump creemos que las cosas van a avanzar en la dirección correcta».

Las reacciones en las redes sociales contra la compañía, que a diferencia de otras marcas deportivas fabrica su calzado en Estados Unidos, no tardaron en llegar y los internautas comenzaron a dejar fotografías y vídeos de zapatillas ardiendo, arrojadas por la venta o metidas directamente en el váter, además de amenazar con un boicot a la marca.

News Balance tuvo que explicarse. Aclaró que su postura con respecto a Trump se refiere únicamente al rechazo del republicano a la aprobación del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), una postura que también han expresado Hillary Clinton y con Bernie Sanders.

 «Como la única compañía importante que todavía fabrica calzado deportivo en los Estados Unidos, New Balance tiene una perspectiva única en el comercio en la que queremos hacer más zapatos en EEUU, no menos. New Balance hizo público el apoyo a la postura comercial de Hillary Clinton, Bernie Sanders y Donald Trump de priorizar el foco en la creación de empleo gracias a la fabricación en EEUU y contiunuamos soportándolo hoy día. Creemos en la comunidad». 

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