Alerta en Latinoamérica tras la llegada del «ciclón» Trump a la Casa Blanca

Julio Á. Fariñas MONTEVIDEO

INTERNACIONAL

JIM WATSON | Afp

Pánico en México, alivio en el chavismo radical e incertidumbre en el de los países de la región, son los principales efectos del resultado de las elecciones del pasado día ocho en Estados Unidos, en las que la pesadilla se hizo realidad

13 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que hará o dejará de hacer realmente este híbrido lepeniano con ramalazos chavistas cuando se instale en el despacho oval de  la Casa Blanca es una incógnita incluso para los expertos más solventes. Casi nadie se cree que Donald Trump vaya a poner en práctica todos y cada uno de los exabruptos que soltó durante su campaña. Y no por falta de ganas, sino porque el sistema de la primera potencia mundial tiene sus contrapesos que funcionan, pero nadie pone en duda que el personaje se va a hacer notar en el escenario político nacional e internacional. 

El hecho de que llegue a la Casa Blanca con mayoría en el Senado y el Congreso, y el que pueda acabar controlando el Tribunal Supremo, le da un gran margen de acción a la hora de tomar decisiones en política interior y exterior. No falta quién piense que aún quedan republicanos sensatos  que le pueden plantar cara y amortiguar sus excesos.

No es prioritaria

En lo que atañe a América Latina, en su campaña se dedicó a atacar a los hispanos, hiriendo especialmente las susceptibilidades de México y los mexicanos, de los que llegó a decir que «sólo nos traen drogas y violadores».

En la región  preocupan las amenazas de deportaciones masivas -luego matizó que solo afectarían a quienes tienen antecedentes penales- por la incidencia económica ya que las remesas de dinero que remiten anualmente a sus respectivos países ascienden a 65.000 millones de dólares.

También  preocupa su definición del tratado de libre comercio de Estados Unidos. con Canadá y México, conocido como Nafta. Lo ha calificado  como «el peor» jamás firmado y ha hablado de imponer un arancel de 35% para importaciones desde el vecino del sur. Esto tendría un impacto enorme en la economía de México, que el año pasado vendió a los del norte bienes y servicios por valor de 316.400 millones de dólares, lo que supone el 80 % de sus exportaciones; y logró un superávit comercial bilateral de 49.200 millones. Estados Unidos es a su vez el primer inversor extranjero en México: 153.000 millones de dólares solo en la última década.

Estilo Chávez

Si México tiembla en Caracas Maduro y su cohorte respiran con un poco más de alivio. De haber ganado Hillary, iba a continuar con la estrategia pro diálogo Obama y la defensa, al menos teórica, de los Derechos Humanos, un tema que no figura en la agenda del personaje.

Jesús Torrealba, el portavoz de la MUD, aseguró que su triunfo, como en su día el de Chávez, supone un cuestionamiento y un castigo de la clase política, al tiempo que felicitó al pueblo estadounidense por haber hecho uso de los instrumentos de la democracia para decidir su destino, algo que no pueden hacer los venezolanos. 

 Alfredo Arellano, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Central de Venezuela opina que los grupos radicales del chavismo celebraron el triunfo de Trump «porque así el Congreso dedicará menos atención a la crisis venezolana».

Arellano comparó el discurso de Trump con el que solía usar Hugo Chávez: «En ambos casos es de violencia, exclusión, conflicto», dijo.

El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, también ve un paralelismo evidente entre los discursos de Trump y Chávez: «Irreverentes, disyuntivo,  nacionalistas y enfocados a las masas populares».  A  Nicolás Maduro lo que más le conviene de la victoria de Donald Trump es que le dará más material para el discurso anti-imperialista.  Puede convertirse en algo parecido a lo que fue George W. Bush  para Chavez: «Mister Danger».

Maduro también reza para que la llegada de Trump provoque una escalada en el conflicto de Oriente Medio que propicie una subida en los precios del petróleo, algo que podría alargar la agonía del régimen bolivariano.

Brasil

El resultado de las urnas norteamericanas también preocupa en Brasil, la primera potencia del cono sur en la que el rechazo a los políticos tradicionales a los que consideran «todos corruptos», va a más cada día. Juan Arias, un excelente conocedor de la realidad de este país, apunta que a Trump le dieron la victoria el electorado cristiano, el defensor de los valores tradicionales y conservadores de la familia.

Argentina 

En Argentina, que había recompuesto sus relaciones con EE.UU.  tras la crisis que había padecido con el kisznerismo, y había apostado claramente por Hillary, la victoria de Donald Trump, al que Macri conoce muy bien porque fueron socios en los 80, generó un desconcierto absoluto. El discurso del nuevo presidente contradice por completo la apuesta de Macri por la ortodoxia y la apertura económica.

Colombia 

En  Colombia la victoria de Trump añade aún más incertidumbre al proceso de paz, ya que Estados Unidos ha sido el principal aliado internacional del Gobierno de Juan Manuel Santos durante los cuatro años de conversaciones con la guerrilla. En una reciente entrevista, el mandatario colombiano confiaba en la victoria de Clinton: «Hillary es una amiga personal, su marido y ella han sido un apoyo para mi gobierno y los anteriores. No tengo si no elogios para ellos. A Trump no lo conozco, pero sí puedo opinar que sus políticas no son las que estamos abanderando», precisaba.

Cuba

El acercamiento de Obama al régimen castrista se presume como una de las víctimas propiciatorias del ciclón Trump. La realidad dependerá de cómo funcionen los contrapesos a tres aludidos.

Por lo de pronto, Raúl Castro, fiel al viejo estilo, lo primero que hizo fue anunciar unas maniobras militares«para elevar la preparación de las tropas y la población para enfrentar la defensa frente a acciones del enemigo». Son las primeras desde hace tres años.

Finalmente, el uruguayo Pepe Mujca, al que la noticia le pilló en Italia, su primera reacción cuando le preguntaron por el tema fue «¡socorro!». Añadió a continuación que «las malas noticias siempre sorprenden» y precisó: «no me asusta Trump sino sus acompañantes».