Israel ya acaricia la idea de convertir Jerusalén en su capital con el apoyo del magnate

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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La Autoridad Palestina se limitó a felicitar al ganador de las elecciones e instarle, sin el más mínimo entusiasmo, a cumplir la aspiración histórica de contar con un Estado independiente

10 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La derecha en el poder en Israel está tan encantada como decepcionados los palestinos, con la victoria de Donald Trump. La Autoridad Palestina se limitó a felicitar al ganador de las elecciones e instarle, sin el más mínimo entusiasmo, a cumplir la aspiración histórica de contar con un Estado independiente.

Los palestinos tienen motivos para preocuparse, pues el nuevo presidente norteamericano proclamó en marzo un apoyo inquebrantable a Israel, dijo que era «un verdadero amigo» de ese país y anunció que reconocería Jerusalén como capital del Estado judío, una aspiración histórica de los palestinos.

De momento, Trump invitó ayer mismo al primer ministro israelí a visitar Estados Unidos. Benjamin Netanyahu felicitó al magnate y destacó que está «impaciente por trabajar con él a favor de la seguridad, la estabilidad y la paz en la región».

Para el ministro de Educación israelí, Naftali Bennett, jefe de filas del lobby de los colonos y miembro esencial de la coalición gubernamental, «la victoria de Trump ofrece a Israel la posibilidad de renunciar inmediatamente a la idea de la creación de un Estado palestino».

Peligra el pacto nuclear iraní

Mientras, el presidente iraní, Hasán Rohaní, afirmó que Trump no puede revertir el acuerdo nuclear del 2015, criticado por el nuevo presidente de Estados Unidos, que e incluso afirmó, durante su campaña, que lo rompería. Pero Rohaní recordó que el pacto «no se cerró con un solo país o un solo Gobierno, sino que fue ratificado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y no puede cambiarse por decisión de un solo Gobierno».

El rey de Arabia Saudí, principal aliado de Estados Unidos en Oriente Medio, Salman bin Abdelaziz, espera que Donald Trump traiga «estabilidad y seguridad» a una región azotada por los conflictos en Siria, Irak y Yemen.