El pasado demócrata de Donald Trump

CLÁUDIA MORÁN REDACCIÓN

INTERNACIONAL

CARLO ALLEGRI

El presidente electo de Estados Unidos militó en dos ocasiones en el partido de Clinton e invirtió miles de dólares en las campañas de este

09 nov 2016 . Actualizado a las 20:29 h.

Donald Trump está a punto de convertirse en el presidente número 45 de Estados Unidos. Y será un presidente republicano, como lo fueron en su día Richard Nixon, John Ford, Ronald Reagan o George Bush (padre e hijo). Pero en la carrera política de Trump no todo ha sido una militancia bajo el símbolo del elefante. La afiliación política del presidente electo ha pasado por diferentes etapas, desde su inscripción como independiente hasta su registro en el partido demócrata. El mismo de su hasta ahora contrincante política Hillary Clinton y el del próximo expresidente estadounidense, Barack Obama.

No fue hasta hace cuatro años, en el 2012, cuando Trump volvió a militar en el partido republicano después de una etapa de 25 años de muchos bandazos políticos. Y eso le jugó algún que otro reproche en su reciente carrera para convertirse en el aspirante republicano a la Casa Blanca. El año pasado, en plenas primarias, el equipo de su contrincante Jeb Bush difundió un vídeo de una entrevista del 2004 en el canal CNN donde Trump afirmaba lo siguiente: «Se sorprendería si le dijera que en muchos casos probablemente me identifico más como demócrata». Opinaba, además, que aunque en el país la economía había sido «muy buena» tanto con presidentes demócratas como con republicanos, también se habían producido «algunos desastres bastante malos» bajo el mando de estos últimos. 

Si nos remontamos a los orígenes de su militancia política, el primer registro de Donald Trump fue como republicano, en 1987, pero parece que antes de eso el magnate era considerado un demócrata. Sin embargo, 12 años después su simpatía política dio un nuevo giro y decidió registrarse como independiente en el Partido de la Reforma, que había surgido en 1995 como alternativa al bipartidismo. Pero un mes antes de los atentados del 11-S se inscribió en el partido demócrata, donde permaneció una década, hasta que en el 2011 volvió a cambiar de idea. «No quiero registrarme en algún partido», explicó por aquel entonces. Poco le duraría su indefinición política. En el 2012 regresó de nuevo a las filas republicanas, probablemente sin sospechar que cuatro años después se convertiría en el décimonoveno presidente republicano de Estados Unidos.

El republicano que financió al partido demócrata

Pero entonces, ¿Trump es demócrata o republicano? Para muchos analistas políticos el futuro presidente estadounidense es, como buen empresario, «un oportunista». Y para ello se basan en sus contribuciones económicas a las campañas electorales de los últimos años. Las donaciones de Donald Trump y sus empresas al partido demócrata fueron muy polémicas, ya que al parecer invirtió más dinero en este que en el partido republicano.

Según publicó el diario The Washington Post en el 2011, de los 1,3 millones de dólares que el magnate había invertido hasta aquel momento en las campañas de ambos partidos, el 54 % los destinó a los demócratas. Y lo más sorprendente es que, a pesar de las duras críticas que vertió durante la campaña de este año contra el plan de salud de Obama, el «Obamacare», el mismo medio aseguró que Trump contribuyó en el 2010 para que los demócratas tuvieran el control del senado, después de la promulgación del «Obamacare». Sin embargo, dos años después ingresaría de nuevo en las filas republicanas, que lo catapultarían a la carrera por la Casa Blanca y que lo sentarán próximamente en el despacho oval.