La reunión sobre Siria acaba en fracaso por las graves diferencias

R. P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

JEAN-CHRISTOPHE BOTT | EFE

Kerry describió la cita en Lausana como una «tormenta de ideas» entre los participantes con mucha tensión

16 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las pocas esperanzas que había sobre la conferencia internacional para poner fin al baño de sangre en Siria se diluyeron a las pocas horas de iniciarse la cita en Suiza. La reunión de los jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Rusia y los países regionales implicados en el conflicto concluyó sin un acuerdo para restaurar el alto el fuego. Las partes solo acertaron a calificar el diálogo con el socorrido adjetivo de «constructivo» y volverán a verse mañana, aunque ya no a nivel de ministro de Exteriores. La suerte del conflicto sigue unida a la batalla de Alepo.

El primero en abandonar la reunión fue el ruso Serguéi Lavrov. Lo único que atendió a decir a la prensa fue un lacónico «acordamos que tenemos que prolongar nuestros contactos en los próximos días».

Su colega estadounidense, John Kerry, describió el encuentro como una «tormenta de ideas» entre los participantes, que, a pesar de la tensión, acordaron que hay que seguir trabajando juntos para restaurar la tregua, informa la agencia France Press. «Describiría esto como exactamente lo que queríamos», dijo a los reporteros en el hotel de Lausana donde se reunió con sus homólogos de Rusia, Irán, Arabia Saudí, Turquía, Egipto, Jordania, Irak y Catar.

Kerry se congratuló por lo que llamó una «cándida primera discusión, tan abierta y espontánea, con todas las partes clave en la mesa al mismo tiempo». Con todo, el estadounidense matizó que «hubo algunos momentos difíciles, en los que obviamente había tensión».

Mucho más concreto fue el ministro de Exteriores turco, Ahmet Cavusoglu, que informó que la cita concluyó sin ningún resultado concreto dada las diferencias de los participantes sobre cómo debe concretarse el cese de la violencia. Mientras, rebeldes sirios, apoyados por las fuerzas turcas, lanzaban la ofensiva para arrebatar al Estado Islámico el control de la localidad de Dabiq, símbolo religioso de los radicales y uno de sus feudos en la provincia de Alepo.

Tras la reunión de Lausana, Kerry viaja hoy a Londres para reunirse con sus aliados europeos en un nuevo camino de negociaciones. 

La ofensiva sobre Mosul

En los prolegómenos de la ofensiva de las fuerzas iraquíes, apoyadas por milicias chiíes, y la coalición liderada por EE.UU., para reconquistar Mosul, capital iraquí del autoproclamado califato, el Estado Islámico reivindicó el atentado suicida que dejó ayer al menos 34 muertos y 26 heridos en un barrio chií de Bagdad, durante la festividad religiosa de Ashura. Ante la inminencia del asalto, el Estado Islámico ha impuesto un toque de queda parcial en Mosul, prohibiendo el movimiento de personas y vehículos entre las 20.00 y las 05.00 horas.

Tal y como recoge la cadena iraquí Al Sumaria, «hay un notable e inusual movimiento de camiones que están trasladando cajas de madera [en las que se cree que hay armas] hacia los centros especiales dentro de Mosul».

La ofensiva contra Mosul es considerada como una de las más complejas en la lucha contra el grupo terrorista. Según estimaciones del Pentágono, entre 3.000 y 4.500 combatientes del EI están desplegados en Mosul.