Al Asad negocia ya la rendición de los rebeldes en Alepo

La Voz JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

AFP

Estados Unidos y Rusia discuten hoy en Suiza un nuevo alto el fuego en Siria en un momento crítico de la batalla por Alepo, en la que el Ejército gana terreno cada día

15 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Suiza vuelve a convertirse en el punto elegido por la comunidad internacional para intentar lograr un alto el fuego en Siria. Los máximos responsables de la diplomacia rusa y estadounidense, Serguéi Lavrov y John Kerry, así como representantes de Turquía, Arabia Saudí y quizá Catar, aliados regionales de la oposición armada al Gobierno de Bachar al Asad, se dan cita en Lausana en una cumbre que se produce en un momento crítico de la batalla por Alepo, en la que el Ejército sirio gana terreno cada día.

Este nuevo encuentro multilateral servirá para que Washington y Moscú retomen el diálogo roto hace dos semanas por los estadounidenses por los continuos bombardeos rusos sobre Alepo, que calificaron de «crímenes de guerra». Esta puede ser la única nota positiva de una cumbre en la que Lavrov aseguró no tener «expectativas especiales», ya que Rusia no ha visto aún ningún paso recíproco por parte de sus interlocutores occidentales.

La exigencia rusa consiste en que Estados Unidos sea capaz de separar a los grupos opositores moderados de facciones radicales como el Frente Fatah al Sham, antiguo brazo de Al Qaida en Siria, pero hasta el momento esto no se ha producido y la oposición armada es más islamista que nacionalista.

El Ejército sirio, con respaldo de Rusia, Irán y la milicia chií libanesa de Hezbolá, lanzó una ofensiva por tierra y aire hace tres semanas para intentar recuperar la zona oriental de la segunda ciudad del país, en manos de los insurgentes desde el verano del 2012. En una entrevista concedida al diario ruso Komsomólskaya Pravda, Al Asad aseguró que «limpiar Alepo es clave para expulsar a los terroristas, para que vuelvan a Turquía, a sus países de origen, o mueran».

Pero, al margen de los contactos internacionales para lograr un alto el fuego, el Gobierno de Siria y grupos de la oposición negocian la rendición de los distritos rebeldes de Alepo, según informó el portal progubernamental Al Masdar. Una delegación del régimen se reunió con opositores para alcanzar un acuerdo similar al logrado en las últimas horas en las localidades de Al Hameh y Qudsaya, a unos 20 kilómetros al noroeste de Damasco, desde las que las facciones rebeldes partieron en autobuses a la provincia de Idlib, bajo control del Frente Fatah al Sham.

Estrategia repetida

Lo mismo ocurrió antes en localidades como Homs o Daraya, aunque la diferencia en Alepo es la fuerte presencia de civiles, 270.000, según la ONU. La evacuación de rebeldes se ha convertido en una estrategia cada vez más extendida en Siria y el Estado Mayor ruso se sumó a la iniciativa en Alepo garantizando «la salida segura de los combatientes con armas, el paso de los civiles de la parte este de Alepo y su retorno, y también el suministro de ayuda humanitaria», declaró el general Serguéi Rudskói.

Al Asad también confesó al diario moscovita que «el nuevo acercamiento entre Turquía y Rusia es la única esperanza de Siria de que Rusia logre cambiar la política turca», un cambio que pondría fin a cinco años de ruptura en los Ankara apostaba por derrocar al presidente sirio.

El Estado Islámico frustra un intento de sublevación para facilitar la caída de Mosul

El Estado Islámico ha frustrado el intento de sublevación orquestado por uno de los líderes del grupo para facilitar la caída de la ciudad iraquí de Mosul. El califato asesinó a 58 personas implicadas en el plan para apoyar al Ejército de Irak y sus aliados en el marco de la ofensiva que se avecina para recuperar el control de la urbe, según informa Reuters.

Según los residentes, los cuerpos de los ejecutados fueron hallados en una fosa común a las afueras de la ciudad. Al parecer, fueron ahogados por miembros del EI. El objetivo de los sublevados era reducir la defensa de los hombres del califa Abu Bakr al Bagdadi en Mosul durante la ofensiva, que según Bagdad será la mayor batalla desde la invasión de EE.UU. en el 2003.

Mientras prosigue la tensión entre Irak y Turquía a cuenta de las tropas turcas desplegadas en la base de Bashiqa, donde entrenan a combatientes suníes y kurdos (peshmergas). El presidente Recep Tayyip Erdogan se ha mostrado «decidido» a participar en la ofensiva sobre Mosul, hasta el punto de que cuenta con un «plan B», por si las fuerzas turcas son excluidas. El Gobierno de Haider al Abadi califica ese despliegue de «ocupación» y urge a las fuerzas turcas a replegarse lo antes posible.