La UE admite un «agujero de seguridad» en el Mediterráneo

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

ARIS MESSINIS | AFP

Hasta agosto fueron rescatados 90.000 inmigrantes en el mar

13 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«En términos de migración irregular, Italia es ahora mismo el Estado miembro número uno. Tenemos que estar vigilantes en el Mediterráneo central porque puede haber riesgos para la seguridad, no solo presión migratoria». La confesión la hizo ayer el director de la recién estrenada guardia europea de costas y fronteras, Fabrice Leggeri. El flujo migratorio constante a través de la frontera náutica con el norte de África no es lo único que preocupa al francés, quien identifica un problemático «agujero de seguridad» en la puerta central de entrada a la UE desde el sur.

Los flujos desde Grecia se han reducido en un 90%. El Consejo achaca estos resultados a tres decisiones: la rehabilitación de Schengen, el cierre de la ruta de los Balcanes y el acuerdo para deportar refugiados a Turquía. A pesar de que la UE ha puesto en marcha hasta tres operaciones marítimas en el Mediterráneo (Tritón, Sofía y Poseidón) con las que se salvaron 90.000 vidas este año, el negocio de las redes de tráfico de personas sigue vigente sin problemas. «Han adaptado su modelo», admite la institución. Ahora no necesitan llenar ni a la mitad los tanques porque saben que alguien los rescatará. «¿Qué otra cosa se puede hacer cuando hay gente ahogándose en el agua?», exclama con resignación una fuente diplomática. Los muertos en el Mediterráneo ascienden a 3.610 este año. 

El riesgo para la seguridad reside en la falta de información y mecanismos de identificación para conocer el origen de las 142.000 personas que llegaron a Italia en los nueve primeros meses del año. El 90% desembarcaron en el país después de ser rescatados en el mar. Por nacionalidades, son los nigerianos (19%) quienes más cruzan, seguidos de eritreos (13%) y sudaneses (7%).

«El problema continuará e irá a más, condicionará nuestras políticas», admiten fuentes del Consejo antes de aportar una cifra escalofriante. Del 2014 al 2015 las demandas de asilo en la UE aumentaron un 44%, hasta las 722.181 de las más de 1.300.000 personas que llegaron al continente. Solo Turquía supera al conjunto de la UE, con un millón de solicitudes. 

La puerta por el Mediterráneo oriental se mantiene blindada, pero los esfuerzos por controlar las llegadas hacia Italia no han dado frutos. Los 28 ministros de Interior se reunirán hoy en Luxemburgo para analizar las «brechas» y vulnerabilidades en la zona. Está previsto que se avance en la preparación de acuerdos con países de origen y tránsito (Egipto, Senegal y Mali, entre otros). El objetivo es facilitar la identificación de sus nacionales y acelerar los retornos con acuerdos de readmisión diferentes al modelo turco. El Consejo también instará a las capitales a que aporten recursos y efectivos cuanto antes al nuevo cuerpo europeo de vigilancia que deberá estar listo para su despliegue en diciembre. También se debatirán aspectos técnicos del sistema de admisión temprana, que permitirá denegar acceso a la UE de sospechosos antes de que pisen territorio comunitario.