La campaña se desliza hacia las cloacas

Adriana Rey NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

MIKE SEGAR | Reuters

Varias misses revelan que Trump se colaba en los vestuarios de los concursos de belleza, mientras ellas, algunas adolescentes, estaban en «topless» o desnudas

13 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nuestro primer encuentro con él fue cuando estábamos medio desnudas cambiándonos para ponernos los bikinis», se escucha decir a una mujer nerviosa, pero segura de lo que estaba diciendo. Ella es Tasha Dixon, ex Miss Arizona 2001. Tenía 18 años cuando vio por primera vez a Donald Trump. «De repente llegó paseándose. No tuvimos ni un segundo para ponernos una bata o algo. Algunas chicas estaban en topless. Otras estaban desnudas», relata. El testimonio de Dixon en la cadena CBS coincide con el de otras cuatro chicas, en BuzzFeed. «Recuerdo cómo me vestí rápido porque fue como ‘oh dios mío, hay un hombre aquí’», recuerda Mariah Billado, ex Miss Teen Vermont 1997. Según la publicación, algunas de las chicas en aquel momento tenían tan solo 15 años de edad.

«Voy a los vestidores antes del show y todo el mundo se está vistiendo y preparando (?) Están ahí sin ropa. Y puedes ver a esas mujeres increíbles», confirmaba el propio Trump en una de las entrevista desveladas en los últimos días y que tanto daño han hecho a su campaña y al Partido Republicano. Así es cómo el pasado del multimillonario, plagado de comportamientos y comentarios soeces y machistas, sigue pinchando hueso en un país donde los niveles de agresión son seriamente altos: una de cada cinco universitarias es víctima de abusos sexuales.

A sabiendas de que el neoyorquino nunca tuvo límites, decenas de congresistas y senadores ya han dado la espalda al candidato republicano, en una fuga en cascada sin precedentes en el partido. Desmandada a la que se han unido grandes donantes de la campaña de Trump, que exigen que se les devuelva el dinero, tras los comentarios denigrantes del multimillonario. «No puedo apoyar a un hombre machista», decía uno de ellos.

«No hace falta ser un marido o padre para escuchar lo que escuchamos hace unos días y decir que no está bien. Solo hace falta ser un ser humano decente», denunciaba el presidente Barack Obama, tras instar a los líderes republicanos a que le retirasen su apoyo en pleno. Horas más tarde, las quejas llegaban desde las Naciones Unidas. «Si Trump es elegido, basándose en lo que ha dicho y a menos que eso cambie, creo que sin ninguna duda sería peligroso desde un punto de vista internacional», alertaba el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Huseín.

Pésimo nivel de campaña

La política estadounidense siempre ha estado plagada de oscuras polémicas, pero este año la carrera presidencial ha descendido hasta las cloacas. Son muchos los expertos y analistas que alertan del pésimo nivel alcanzado por parte de los candidatos presidenciales. Uno de ellos es Bob Schieffer. El legendario periodista lleva cubriendo los comicios desde los años 60 y el pasado domingo asistía horrorizado al peor debate que recuerda. «América lo puede hacer mejor de lo que hemos visto aquí esta noche», decía en CBS News tras el segundo careo entre Donald Trump y Hillary Clinton.

En paralelo, el Partido Demócrata sigue enfrentándose a nuevas filtraciones de Wikileaks con John Podesta como protagonista. Según varios medios de EE.UU., el jefe de campaña de Clinton sostiene que sus rivales republicanos pudieron haber conocido anticipadamente el hackeo ruso, confirmado hace pocos días por la Administración Obama.

Al respecto, desde el Kremlin consideran «ridículas» las acusaciones y ya han pedido pruebas al Gobierno de Washington.