Veinte años muerto para aspirar a una calle en Argentina

PAULA SABAJANES BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Fredy Constante | EFE

Macri propone cambiar la ley y retirar a Kirchner del callejero

12 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno argentino impulsa un proyecto de ley para fijar un nuevo criterio en la designación de espacios públicos que eliminaría el nombre de Néstor Kirchner del emblemático Centro Cultural inaugurado por Cristina Fernández en 2015, el más grande de Latinoamérica, pero también de las numerosas plazas, escuelas, calles, hospitales y obras de todo tipo a lo largo del país dedicadas a su memoria en los últimos años. El texto propone instaurar un plazo de 20 años desde la muerte de una personalidad para poder bautizar un bien del Estado en su homenaje y que la medida sea «retroactiva», es decir, que se eliminen hasta el 2030 las referencias al expresidente en las más de 1.300 construcciones que lo recuerdan en toda la geografía argentina.

«Tenemos que esperar 20 años para llevar a cabo un homenaje. No se trata de ir por un nombre propio, sino de mejorar las prácticas republicanas. Queremos salir del populismo», explicó el responsable del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Herán Lombardi, para apaciguar la polémica. Mauricio Macri ha querido cambiar el título al Centro Cultural Kirchner (CCK) desde su llegada a la presidencia a finales de año pasado pero la medida provocó un gran rechazo y acusaciones de «revanchismo» por parte de los sectores artísticos, populares y políticos próximos al kirchnerismo. Lombardi negó que se trate de «revancha» y argumentó que cuando se prohibió en Argentina el nombre de Perón «eso no hizo más que alimentar el mito».

Con la mirada puesta en las legislativas del 2017, la disputa simbólica se reaviva y aumenta el fuego cruzado entre el macrismo y el kirchnerismo. En su contienda, polarizan el espectro político y dividen en dos las aguas revueltas del panorama local, desdibujando aún más las fronteras de los grandes partidos tradicionales: peronista y radical. Mauricio Macri protagonizó el martes uno de los homenajes por el centenario de la presidencia del radical Hipólito Yrigoyen junto al sector de la Unión Cívica Radical (UCR) que lo acompaña en Cambiemos. Estos días pidió a Cristina Fernández que «no se victimice» ante a las denuncias judiciales en su contra y que «aporte información para llegar a la verdad» en las causas que la investigan por enriquecimiento ilícito, sobreprecios en la obra pública y lavado de activos. La expresidenta está citada ante la justicia federal mañana y el oficialismo agita el fantasma de la corrupción para debilitar su figura.

Cristina Fernández, sin ningún cargo público y rechazada por parte del peronismo, maniobra para mantenerse como la voz más fuerte de la oposición. En el homenaje a Yrigoyen organizado por los «radicales k» acusó al presidente «mentir» con sus propuestas en los debates de campaña de hace un año, de «actuar en vez de hacer política» y lo desafió a que «devuelvan la herencia si les resulta tan pesada». Y aunque no desveló cuál será su papel en las elecciones del 2017, dijo que trabajará para «construir una nueva mayoría popular».