Álvaro Uribe, la venganza del padre político

INTERNACIONAL

LUIS EDUARDO NORIEGA | EFE

El expresidente resucita cuando era ya casi un cadáver político como el gran triunfador de la noche gracias a su rotunda oposición al proceso de paz

04 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Álvaro Uribe resucita cuando era ya casi un cadáver político como el gran triunfador de la noche gracias a su rotunda oposición al proceso de paz. Una buena noticia, tras dos años de derrotas electorales, primero en las presidenciales del 2014 y un año después en las locales y regionales del 2015, en las que el uribista Centro Democrático perdió incluso en la tierra natal de su líder, Medellín.

Es la venganza contra el hijo que se rebeló contra su padre político. En los últimos cuatro años de diálogo con las FARC, Uribe y Santos se han distanciado hasta convertirse en enemigos no solo en lo político sino también en lo personal. El expresidente se convirtió en la antítesis de Santos. Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), opina, sin embargo, que aunque Uribe queda «sin lugar a dudas como un triunfador», «no tiene cómo materializar ese poder político». La Constitución le impide volver a optar a ser presidente. El analista también señala a AFP que, aunque «bloqueó el acuerdo cuando le dieron la oportunidad, no tiene el poder para hacer un nuevo acuerdo».

Otro firme partidario del no que se felicitó por el resultado es Andrés Pastrana, que fracasó en el penúltimo intento de negociar la paz, conocido como los Diálogos del Caguán por la región que ordenó desmilitarizar en el sureste de Colombia para liderar las conversaciones con Tirofijo.