Obama inaugura el Museo Afroamericano en medio de las tensiones raciales

B. J. WASHINGTON / DPA

INTERNACIONAL

JIM LO SCALZO | Efe

Para el primer presidente negro, el museo no solo permitirá aprender sobre el pasado sino también ayudará a entender el presente

25 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Barack y Michelle Obama inauguraron el sábado en Washington el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericanas con ayuda de una familia descendiente de esclavos y acompañados por George W. y Laura Bush, en cuyo mandato se firmó el decreto para la construcción del museo.

«La historia que se cuenta aquí no solo pertenece a los estadounidenses negros, pertenece a todos los estadounidenses», dijo Obama en el acto de apertura en el National Mall, la explanada donde se concentran los museos y los monumentos nacionales en Washington y que muchos consideran «el jardín delantero de Estados Unidos».

Los Obama y miembros de la familia Bonner, descendientes de esclavos, tocaron juntos «la campana de la libertad», perteneciente a la iglesia baptista de Williamsburg (Virginia), fundada en 1776 y una de las más antiguas del país. El tañido se multiplicó cuando doblaron las campanas de las iglesias de la ciudad y del país, en recuerdo de la liberación de los esclavos proclamada en 1863 por Abraham Lincoln.

Para el congresista y líder de los derechos civiles John Lewis el Museo Afroamericano es «más que un edificio, es un sueño hecho realidad». Este museo es, «la historia de la vida, la historia de nuestra vidas», añadió el congresista, quien luchó durante 15 años para su construcción.

Para el primer presidente negro, el museo no solo permitirá aprender sobre el pasado sino también ayudará a entender el presente. «Quizá pueda ayudar a un visitante blanco a entender el dolor y la cólera de los manifestantes en lugares como Ferguson y Charlotte», dijo Obama, aludiendo a las protestas contra el racismo y la violencia policial contra los negros.

A su llegada a la Casa Blanca, Obama prometió unificar, reiterando que no era el presidente de los afroamericanos sino de todos los estadounidenses. Pero su mandato termina y las encuestas muestran que la abrumadora mayoría de los ciudadanos ven las relaciones interraciales «en general malas». Los recurrentes tiroteos en los que mueren negros a manos de la policía ponen al descubierto nuevamente los problemas raciales del país.