Los países del sur de Europa sindican fuerzas ante el reto de la inmigración

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

TIBERIO BARCHIELLI | EFE

La cumbre de Atenas desmiente que pretenda abrir un frente en contra del norte

10 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Presidentes y jefes de Gobierno del sur de Europa, entre ellos el francés François Hollande y el italiano Matteo Renzi, acordaron ayer en Atenas suscribir una plataforma conjunta con dos objetivos básicos: compartir equitativamente la presión migratoria y reactivar el crecimiento. El encuentro, organizado a iniciativa del primer ministro griego, Alexis Tsipras y al que no asistió el presidente en funciones español, Mariano Rajoy, representado por el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Fernando Eguidazu, forma parte del proceso de debate interno abierto dentro de la UE para recobrar impulso tras la victoria del brexit el pasado junio.

Los países asistentes [Grecia, Francia, Italia, Portugal, España, Chipre y Malta] adoptaron una «Declaración de Atenas» que tiene entre sus objetivos promover una respuesta al flujo de refugiados «que no deje toda la carga» sobre los países que se encuentran en la primera línea, y no ceda a las derivas xenófobas y populistas que parcelan Europa por medio de la construcción de muros. La filosofía en que se basa es que la «discusión sobre el futuro de Europa no puede ser confiscada por el grupo de Visegrado» [del que forman parte Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa], según afirmó Tsipras en una entrevista publicada el jueves por el periódico francés Le Monde.

Los firmantes proponen mejorar la protección de las fronteras exteriores mediante una mejor cooperación, pero siempre respetando la integridad territorial de los estados y la inviolabilidad de las fronteras. Además proponen reforzar la cooperación con países de la cuenca mediterránea y de África, como punto esencial para la seguridad, la estabilidad y la prosperidad común.

En el plano económico la plataforma intenta abrir brecha en contra de la austeridad, aunando el «realismo y la flexibilidad», dado que la situación económica en el sur europeo «muestra que algo no funciona en el pacto de estabilidad y en la arquitectura del euro». No obstante, Tsipras ha evitado cuestionar frontalmente el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pilar del rigor fiscal en la UE que fija un déficit público de un máximo de 3% y una deuda no superior al 60% del PIB, objetivos hacia los que deben orientarse los miembros del bloque. Hacerlo le hubiera enajenado la asistencia de Francia.

¿Se intenta, de todos modos, formar un frente contra el norte europeo, más cohesionado en defensa de sus intereses? «No hay voluntad de confrontar con Alemania» que es «favorable a una coordinación de países del Sur sobre la migración pero no sobre la creación de un frente contra la austeridad», describió las intenciones de la cumbre Georges Pagoulatos, profesor de estudios europeos de la facultad de Economía de Atenas. El propio Tsipras, temiendo que pueda hacerse esta acusación, subrayó que «de ninguna manera» existe intención de abrir tal frente. «Nos une la crisis económica, la de refugiados y la social, pero también un patrimonio cultural, una tradición histórica y raíces comunes», sostuvo

No obstante, el poderoso ministro alemán de Finanzas y adalid de la ortodoxia y disciplina fiscal, Wolfgang Schauble, minimizó el alcance de la cita. «Es una reunión de jefes de partidos y por ello no la comento. Además, cuando se trata de dirigentes de partidos socialistas que se reúnen, la mayoría del tiempo, no sale nada realmente inteligente», declaró a la prensa al margen de una reunión de ministros de Finanzas en Bratislava.