La dimisión del ministro Macron apuntilla a Hollande

Fernando Iturribarría PARÍS / COLPISA

INTERNACIONAL

PHILIPPE WOJAZER | reuters

Es uno de los mayores obstáculos para su reelección en las elecciones del 2017

31 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nuevo golpe duro para el presidente François Hollande. Emmanuel Macron, su ministro más popular, abandonó ayer la cartera de Economía y se convirtió en uno de los mayores obstáculos para su reelección en las elecciones del 2017. El portazo del inspirador del sesgo liberal de su política económica, que le ha enemistado con la izquierda clásica, apuntilla a un mandatario socialista hundido con solo el 14 % de intenciones de voto. Macron, artífice del giro de Hollande hacia propuestas bien vistas por la patronal, no llegó ayer a formalizar su candidatura al Elíseo, pero se declaró decidido a «transformar Francia desde el año próximo» y plantear sus soluciones en la campaña presidencial. «Deseo emprender una nueva etapa de mi combate político y construir un proyecto que sirva únicamente el interés general», proclamó.

El dimisionario va a ser sustituido en el Gobierno por el titular de Finanzas, Michel Sapin, uno de los hombres más fieles a Hollande. Un comunicado de la Presidencia indicó a media tarde que Macron iba a «consagrase por entero a su movimiento político». Fundado en abril, este partido a la medida de la ambición presidencial de Macron es tan personalista que lleva sus iniciales en el nombre, En Marcha.

Un país desgastado

La dimisión es la aceptación del desafío planteado en julio por Hollande a su contestatario ministro: respetar la solidaridad gubernamental o dimitir si pretende aspirar al Elíseo. Dos días antes se había desmarcado de la política hollandesa cuando describió un país «desgastado por las promesas incumplidas». Al mes siguiente rompió con su familia política al proclamar que «la honestidad me obliga a decir que no soy socialista».

Macron llegó en el 2014 al Gobierno tras los portazos de Arnaud Montebourg y Benoît Hamon, dos exministros que ya son candidatos oficiales al Elíseo. La multiplicación de aspirantes en la izquierda es el principal obstáculo para la reelección de Hollande.

La huida del inspirador de las políticas de ayudas masivas a las empresas deja más al desnudo de las miradas izquierdistas el giro liberal del presidente al que el desertor susurraba fórmulas heréticas en el oído derecho. Banquero en la firma Rothschild antes de entrar en el Elíseo como consejero económico, el millonario prematuro nunca fue bien visto por la vieja guardia roja de las esencias marxistas. Su repentina despedida encontró las pocas buenas palabras entre la patronal. Pierre Gattaz, su presidente, valoró que había sido un «buen ministro» por conocer «la empresa, la globalización y el mundo digital» pero que podría haber hecho más. En su legado queda la liberalización de sectores como el trabajo dominical o el transporte en autobús.

En un milimetrado plan de comunicación, Macron apareció este mes en portada de la revista Paris Match acompañado por su esposa en Biarritz. De ese número se vendieron 260.000 ejemplares, prueba del interés suscitado por una pareja atípica donde ella, Brigitte Trogneux, es 24 años mayor de quien fue su alumno de francés en el instituto.