Una heroína de 8 años que perdió la vida por salvar a su hermana

Carmo López REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

STEFANO RELLANDINI

Con los supervivientes y víctimas rescatados salen a la luz las trágicas historias que deja el seísmo

26 ago 2016 . Actualizado a las 07:59 h.

Una cuadrilla de hombres caminan despacio entre los escombros en Pescara de Tronto. Buscan cualquier pista que pueda guiarles hasta algunas de las personas desaparecidas. De repente se escucha un grito: «¡Llama a Piero!» Los hombres obedecen y gritan: «¡Piero, Piero...!» Un pequeño pie que sobresale de las ruinas ha hecho que paren la marcha. El pie es de Giulia. Tiene diez años y lleva más de dieciséis horas bajo los escombros. Está viva. Y ellos logran rescatarla bajo el aplauso de todos los miembros del equipo de rescate. La escena la grabó el canal Sky TG24 y el jueves dio la vuelta al mundo.

También ocurrió en Pescara la historia más emotiva. Es la de las hermanas Giulia y Georgia, de 8 y 4 años, respectivamente. El diario británico The Daily Mail recoge el testimonio de la abuela que cuenta como Giulia protegió a su hermana con su cuerpo para que esta no fuera dañada por los escombros al desplomarse sobre ellas las paredes. Logró salvarle la vida. La pequeña fue rescatada 16 horas después por un grupo de la policía que acudió guiado por un perro. Pero ella murió.

El tiempo juega en contra de los equipos de salvamento, mientras muchas personas permanecen durmiendo a la intemperie. La Diputación de A Coruña ha ofrecido la ayuda de los bomberos de la Fundación Aire, mientras varios bomberos de Málaga ya han volado hasta allí.

En Amatrice, los equipos de rastreo escucharon como Alfredino, un niño de once años, pedía socorro entre los restos de su casa. Trabajaron duro para rescatarlo con vida, pero no llegaron a tiempo. Dejó de hablar antes de que pudieran alcanzarlo. Tampoco se salvó la pequeña Marisol Piermarini, de solo 18 meses, que estaba de vacaciones con sus abuelos en Arquata del Tronto. Su abuelo trató de salvarla excavando con sus propias manos entre los cascotes, pero no logró llegar hasta ella. El cruel destino persigue a esta familia: la madre de Marisol se había instalado en Ascoli, después de sobrevivir al terremoto de L’Aquila.

Víctima española

Tampoco sobrevivió Ana Huete, una granadina de 27 años. Estaba en Illica de vacaciones en la casa familiar de su pareja. A Ana, que regentaba una pizzería en Granada, le gustaba presumir de su gran familia italiana. En el momento del suceso estaba en la planta baja con otras chicas. Su novio, que resultó herido, estaba arriba. No pudo hacer nada. Su familia ha comenzado ya los trámites para repatriar el cadáver.