Ortega busca perpetuarse en el poder y coloca a su esposa de vicepresidenta

S. F., R. P. LA VOZ / REDACCIÓN

INTERNACIONAL

OSWALDO RIVAS | Reuters

Debido a su edad y sus problemas de salud, el presidente de Nicaragua parece tener por objetivo asegurar la permanencia de la familia a la cabeza del Gobierno

04 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Se hablaba de quién iba a asumir la vicepresidencia para seguir con el buen gobierno de este país. Tenía que ser una mujer y quién mejor que la compañera Rosario Murillo, que ha realizado una labor con mucha eficiencia, disciplina, dedicación y sin horario». Así anunció el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la elección de su mujer, Rosario Murillo, como candidata a la vicepresidencia por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en las elecciones del próximo 6 de noviembre.

La elección de Murillo se suma a una larga serie de artimañas políticas puestas en marcha por Ortega para perpetuarse en el poder. El sandinista gobernó por primera vez entre 1985 y 1990. Dieciséis años después volvió a la presidencia y en el 2011 consiguió ser reelegido, pese a que la Constitución prohibía postularse más de dos veces sucesivas a la presidencia del país. El dirigente zanjó la prohibición en el 2014 con la modificación de la Constitución. Desde entonces, se permite la reelección indefinida de un mismo candidato.

Ante esta nueva maniobra política, la comparación con la familia Somoza, que permaneció de 1937 a 1979 en el poder nicaragüense, no se hizo esperar, hasta tal punto que algunos países como Estados Unidos ya mostraron su preocupación frente a un posible desliz dinástico. «La nominación de Murillo era la pieza que faltaba para establecer un régimen dinástico y totalitario», declaró Luis Callejas, el frustrado candidato de la excluida la Coalición Nacional por la Democracia (CND), principal fuerza opositora.

Cuarto mandato

Debido a su edad y sus problemas de salud, Ortega parece tener un objetivo claro: asegurar la permanencia de la familia a la cabeza del Gobierno. Para ello la elección de su esposa era la más evidente. La poetisa trabajó mano a mano con Ortega desde su primer mandato, cobrando cada vez más protagonismo con el paso de los años.

A tan solo tres meses de los comicios, Ortega aparece como el único candidato fuerte para ganarlos, después de que una maniobra judicial apartara a la principal coalición opositora. La resolución del Poder Electoral que ratificó la destitución de los diputados de la oposición fue dictada por una junta oficial, directamente controlada por el presidente. «Están desesperados por garantizar que el poder quede en el círculo de la familia», declaró a DPA Dora María Téllez, del disidente Movimiento Renovador Sandinista. Solo seis pequeñas agrupaciones de derecha, que apenas logran un 6 % de adhesión en las últimas encuestas, se enfrentarán al actual presidente, que busca su cuarto mandato.