El Gobierno francés culmina por la fuerza la aprobación de su reforma laboral

La Voz PARÍS / EFE

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MEHDI FEDOUACH | Afp

La fuerte presión ejercida por los sindicatos contra el texto no ha conseguido la retirada completa del texto, aunque sí suavizó su contenido inicial

21 jul 2016 . Actualizado a las 07:15 h.

El Gobierno francés culminó ayer por la fuerza el trámite parlamentario de su reforma laboral, aprobada sin ser sometida a voto gracias de nuevo a un ardid constitucional, que solo podrá ser revocado con la improbable presentación de una moción de censura. A falta de una mayoría en la Asamblea Nacional que le permitiese sacar adelante la llamada ley El Khomri [por el nombre de la ministra de Trabajo], el Ejecutivo dirigido por Manuel Valls recurrió por tercera vez al artículo 49.3 de la Carta Magna, en esta ocasión en la lectura definitiva del texto.

La oposición tiene hasta hoy para presentar la moción, única forma de evitar que el proyecto de ley, que ha suscitado fuertes protestas en las calles, quede definitivamente adoptado. Sin embargo, tanto la derecha como los socialistas rebeldes y otras fuerzas de izquierda no han mostrado voluntad de presentar esa propuesta, por lo que no parece que nada vaya a impedir que la controvertida ley vea la luz.

La fuerte presión ejercida por los sindicatos contra el texto, con más de una decena de jornadas de movilización y numerosas huelgas, no ha conseguido la retirada completa del texto, aunque sí suavizó su contenido inicial. Quizá por el período vacacional, quizá por cierto hastío entre la población, la aprobación de la reforma no vino acompañada por ninguna manifestación ni protesta, como las que habían acompañado la ley en cada paso por la Asamblea o por el Senado. Valls justificó la utilización por tercera vez del artículo 49.3 con el argumento de que la del mercado laboral es «la gran reforma de este quinquenio».