Un choque difícil de explicar en una vía con 62 frecuencias al día

Jorge Casanova
Jorge Casanova REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

BRIGADA BOMBEROS ITALIA | EFE

Las obras en la vía, un despiste del conductor o un fallo en los frenos podrían estar en el origen del accidente

13 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Por qué se produjo el choque de trenes de Apulia? Las causas serán determinadas por la investigación pero el experto gallego Xosé Carlos Fernández se atreve a contestar: «El tren que salía de Corato hacia Andria lo hizo indebidamente». Los dos convoyes circulaban por una línea con vía única donde cada día se producen 62 frecuencias, 31 en cada sentido: «Y no ocurren accidentes». Fernández subraya con esa información que el hecho de que el siniestro se haya producido en una línea de vía única no es tan relevante: «Atraviesa una zona muy densamente poblada y cada cuarenta minutos circula un tren en algún sentido. En la estación de Andria se cruzan los dos trenes y ocurre muchas veces todos los días sin incidencias. La mayor parte de las redes hasta no hace tanto tiempo eran de vía única. En Italia y en España. La que va de A Coruña a Monforte, por ejemplo, aún lo es».

Y ¿cómo es posible que uno de los dos trenes se saltara un semáforo? Fernández apunta a diversas causas: «En primer lugar podría deberse al fallo de los frenos de alguno de los trenes. Es algo poco habitual, pero podría haber ocurrido». Otra razón que maneja este experto es el despiste humano por parte de uno de los dos conductores. El semáforo estaba rojo pero, por alguna razón, el conductor no vio la señal y siguió adelante. Fernández considera esta opción también como poco probable: «El sistema de seguridad en ese tramo es de bloqueo telefónico, muy antiguo. El jefe de estación debe autorizar telefónicamente. Lo cual puede ser también una causa del accidente; que a uno de los trenes se le diera una salida indebida».

La vía en la que se produjo el accidente está siendo objeto de ampliación y en esas obras observa Xosé Carlos Fernández otra posible causa: «Hay que considerar la posibilidad de que los semáforos fallaran. En Linarejos ocurrió un caso así en el 2004 como consecuencia de unas obras de mejora. Se hizo un empalme mal, no hubo supervisión y el semáforo que tenía que ponerse rojo se puso en verde, de modo que el primer tren que pasó chocó con otro en la estación».

Igual privadas que públicas

La quinta opción que maneja este experto es que la propia dinámica de las obras hubiera provocado alguna alteración del funcionamiento normal de la línea y que hubiera dado pie al terrible accidente. A lo que no concede una importancia relevante es al hecho de que el siniestro se haya producido en una vía gestionada por una empresa privada: «En Europa hay muchas. Lo que pasa es que ellos tienen una gran ventaja: tienen el mismo ancho de vía. En cualquier caso, hay órganos que fiscalizan por igual la calidad y el servicio en las líneas públicas o en las privadas».

Italia es un país que ha acumulado en los últimos años bastantes accidentes ferroviarios: «Esto va por rachas -reflexiona el experto-. Pero no hay que olvidar que Italia tiene una gran red ferroviaria y mucha densidad de tráfico. Si se calcula el número de trenes en relación a los accidentes, tal vez no resultaría nada alarmante».