El «brexit» hiela la esperanza de gallegos que salen a flote tras emigrar por la crisis

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Rita Alvarez Tudela

Saben que su futuro depende de lo que negocien la UE y el Reino Unido en los próximos dos años

25 jun 2016 . Actualizado a las 10:19 h.

«¿Como me atopo? Mal, a verdade. Estou decepcionada. Tiña a esperanza de que o Reino Unido non optara por marchar da UE. Agora vai cambiar todo para nós». Rosa Rivas es de Vigo. Llegó a Edimburgo (Escocia) hace unos tres años. Tras perder su empleo en Galicia, buscó otro durante ocho meses, pero no le dieron una nueva oportunidad. Entonces metió su esperanza en una maleta y se fue a Edimburgo. Primero estuvo en una librería y ahora atiende en la recepción de un hotel. Trabajando en lo suyo. Por eso, la voz que se escucha a través del teléfono denota preocupación, la misma de los que acaban de llegar o de los que se han asentado en la isla en los últimos años. A algunos como Susana y su marido, que llegaron hace ocho meses, les ha tranquilizado un comunicado del consulado que invita a la calma. Pero no lo tenían tan claro hace unos días.

Porque ante la incertidumbre que, como dicen, sobrevuela las calles no todos logran estar tranquilos. «Pode haber bastante xente que perda o traballo. No hotel no que estou hai compañeiros de toda a UE. Hai o mesmo temor. Os escoceses están a favor de quedar e probablemente volvan a preguntar pola independencia», dice Rosa.

Esta viguesa forma parte de un grupo de emigrantes gallegos (los españoles son tras rumanos o polacos la mayor colonia de inmigrantes europeos en el Reino Unido) que pasan de los cuarenta y que, después de ser golpeados por la debacle económica, desembarcaron en el Reino Unido para empezar de cero en «un lugar -como dice- donde ninguén che pregunta para traballar a idade que tesporque o que importa é que sabes facer».

Aunque es de una generación más joven, Miguel Antón Barro también llegó a Inglaterra en junio del año 2013 para forjarse un futuro, después de terminar sus estudios de Ingeniería Industrial en septiembre del 2012. En julio este joven de Fene, nacido en 1987, cumplirá un año trabajando como ingeniero eléctrico en la empresa Morgan Sindall Group, en Stratford-Upon-Avon.

La baza de la nacionalidad

El resultado lo cogió por sorpresa y ahora solo ve un futuro incierto. En el trabajo no le han comunicado nada, pero sospecha que podría tener que elegir entre dos alternativas para quedarse: «Una podrá ser pagar un visado como un compañero egipcio que abona mil libras cada dos o tres años por cada miembro de su familia. Y la otra pedir la ciudadanía inglesa». Esa última es una alternativa que podría plantearse «si me va a simplificar la vida», aunque a largo plazo su intención es regresar a España.

Tampoco sabe qué consecuencias va a tener todo esto Bruno Parapar Coello, un joven de 27 años de Viveiro que lleva tres años en Londres trabajando en la hostelería: «Tiña en mente quedarme aquí por moito tempo, pero agora hai moita incerteza».

Al contrario el arquitecto coruñés José Castro Pico está más tranquilo. Tiene 42 años. Se fue a Londres hace cinco , cuando se cansó de esperar que el sector de la construcción se recuperase. En España había pasado de tener un buen trabajo a no encontrar nada. Entonces Londres cambió su futuro. Dice que el trabajo en un estudio le motiva y dispone de unas condiciones que serían impensables en A Coruña. «Allí el paro realmente no existe, por eso resulta impensable regresar». aduce. No le asusta el Brexit. «Puede que esto sea un proceso en el que renegociaran cosas para llegar a un modelo como el suizo o el noruego».

«Ayer éramos ciudadanos europeos, hoy somos inmigrantes»

«La ilusión con la que llegamos se ha transformado hoy en incertidumbre y desasosiego, tanto en lo laboral como en lo personal». Quienes hablan son la coruñesa Mercedes Carballo y su marido Víctor Carbajosa. No emigraron por cuestiones económicas. Los atrajo la calidad de vida y se establecieron como autónomos en la Isla de Wight, donde viven desde hace cuatro meses. Allí ganó el Leave por mayoría.

«Los argumentos de los partidarios de abandonar la UE han sido radicales. Nuestra sensación era que el sentido común acabaría imponiéndose. Ayer éramos ciudadanos europeos, hoy somos inmigrantes», dicen.

Información elaborada por I. Carballo, I. de Rolle, C. Elías, B. Abelairas, S. González, M. Balseiro, M .Cuadrado, A. F. Cuba, A. Gerpe. .