La OEA aborda el informe sobre la crisis en Venezuela, pero posterga su decisión sobre la Carta Democrática

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MIGUEL GUTIERREZ | EFE

Delcy Rodríguez consideró «muy grave» que en la Organización de Estados Americano se de voz a las oposiciones a los Gobiernos

24 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Pese a la acerba protesta de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez (que lo calificó de «improponible, impresentable, írrito e ilegal»), el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer la presentación del informe sobre la crisis en Venezuela de su secretario general, Luis Almagro, que concluye que en ese país se ha producido una alteración del orden constitucional. Sin embargo la sesión concluyó sin adoptar una decisión sobre la aplicación a Venezuela de la Carta Democrática, que en último extremo podría llevar a su expulsión de la OEA.

El informe, que ahora es oficial, debe ser evaluado por cada país y en próxima fecha (que queda en suspenso), sería discutido a profundidad, indicó el experto venezolano Milos Alcalay, quien señaló que en la presentación del informe, en la que intervinieron 20 países, se mostró una clara diferencia entre tres grupos.

Los de línea dura contra el Gobierno de Nicolás Maduro, como Canadá, Estados Unidos, México y Perú, que llamaron a la convocatoria oportuna a un referendo revocatorio al mandatario; los moderados (como Colombia, Uruguay o Haití) que respaldan las gestiones de diálogo encargadas a los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos; y los alineados con el chavismo, las islas del Caribe, Bolivia y Nicaragua.

El informe de Almagro establece una serie de variables para decir que en Venezuela hay una crisis humanitaria en curso y una alteración grave del hilo constitucional, manifestados en la escasez y el desabastecimiento de alimentos y medicinas, en la designación en diciembre de nuevos miembros del Tribunal Supremo de Justicia y el bloqueo constante que desde ese tribunal se ha ejercido contra el nuevo Parlamento, en el que la oposición tiene mayoría absoluta.

Delcy Rodríguez consideró «muy grave» que en la OEA se de voz a las oposiciones a los Gobiernos, y puso como ejemplo que como sentaría a Colombia que el organismo le concediera un derecho de palabra a Álvaro Uribe; calificó de «empleado del imperio» a Almagro y señaló que su informe es «un fraude», anunciando, además, que procedería legalmente contra él.