La extrema derecha de Austria impugna las presidenciales

patricia baelo BERLÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

CHRISTIAN BRUNA | EFE

Alega irregularidades en el recuento del voto por correo, que dio la victoria por la mínima al ecologista Van der Bellen

09 jun 2016 . Actualizado a las 07:18 h.

A veces la suerte se alía con quien menos la necesita. Eso mismo ha ocurrido en Austria, donde el ultraderechista Partido Liberal (FPÖ) impugnó ayer el resultado de las elecciones presidenciales del pasado 22 de mayo, en las que el voto por correo hizo que su candidato, Norbert Hofer, perdiera por la mínima en la segunda vuelta frente al ecologista Alexander Van der Bellen. «No somos malos perdedores. Aquí se trata de los fundamentos de la democracia, que deben quedar garantizados», explicaba ayer en rueda de prensa el líder del FPÖ, Heinz-Christian Strache, quien se mostró exultante mientras alegaba «innumerables irregularidades» en los comicios austríacos más reñidos de la historia y los más seguidos por toda Europa.

El recurso que ha presentado la formación xenófoba, que supera las 150 páginas, asegura que hubo graves fallos en el recuento del voto por correo, que supuso un 14% de los 6,4 millones de electores que estaban llamados a las urnas, y que terminó de romper el empate técnico a favor de Van der Bellen, por apenas 30.863 papeletas sobre Norbert, que partía como favorito. El FPÖ sostiene ahora que alrededor de medio millón de sobres fueron abiertos antes de tiempo o por personal no autorizado.

El propio ministerio de Interior ha reconocido que, por cuestiones meramente organizativas, inició el recuento la misma noche electoral, pese a que la ley establece que debe hacerlo al día siguiente, aunque ha rechazado las acusaciones de fraude. Anteriormente el titular de esa cartera se había disculpado por un error en la página web que cifraba la participación en uno de los municipios en el 147%, o por el hecho de que descubrieran votando a tres menores de 16 años, la edad mínima para ejercer el sufragio según la legislación.

Fallos mínimos y en casos aislados que, sin embargo, se lo han puesto en bandeja a la ultraderecha, cuya única intención es restarle legitimidad al progresista Van der Bellen y cuestionar su capacidad como nuevo presidente de Austria. El Tribunal Constitucional deberá ahora revisar la demanda del FPÖ y tomar una decisión antes de la jura del cargo, prevista para el próximo 8 de julio. Strache considera «muy realista» que se repitan los comicios. También Hofer, quien llegó a comparar la coyuntura con el referendo separatista celebrado hace dos años en Crimea, por el cual la región ucraniana pasó a ser anexionada por Rusia.

Pese a que en teoría es una opción posible, parece poco probable. Los analistas coinciden en que, en caso de que los jueces consideren que hubo violaciones de la ley electoral que influyeron sobre el resultado, pedirán la repetición de parte de la votación o del recuento solo en las regiones afectadas. Aunque poco importa lo que ocurra a partir de ahora, pues los xenófobos y euroescépticos del FPÖ ya han conseguido su máximo objetivo: mantener la división política del país alpino, que se debate entre la ultraderecha, que ha capitalizado mejor que nadie el rechazo creciente de la población a la llegada de refugiados, y el cordón sanitario impuesto por el resto de los partidos.

Los xenófobos alemanes estrechan lazos con sus colegas austríacos

Los xenófobos austríacos no están solos en su cruzada y ayer recibieron refuerzos de la vecina Alemania, donde la homóloga AfD anunció que ambas formaciones celebrarán una cumbre conjunta el viernes en la localidad bávara de Garmisch-Partenkirchen. Con este encuentro los líderes de los dos partidos ultraderechistas, Heinz-Christian Strache y Frauke Petry, pretenden trazar «líneas de cooperación». la islamófoba germana recaba apoyos para las próximas elecciones alemanas del 2017, en las que su formación podría consolidarse como la tercera fuerza más votada con cerca del 15% de los votos, según los sondeos,