«La campaña del 'brexit' no está siendo limpia, transparente ni inteligente»

INTERNACIONAL

MARCOS MÍGUEZ

Preocupación entre los casi 400.000 británicos residentes en España, de los que solo unos 1.900 viven en Galicia

05 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En España viven, según la Encuesta de Población Activa, 390.000 ciudadanos británicos. Este es el país europeo en el que residen más expatriados del Reino Unido. La posibilidad de que su país abandone la Unión Europea, si así se decide en el referendo del próximo día 23, causa serias preocupaciones entre este colectivo, especialmente entre los del perfil mayoritario: jubilados que viven su retiro en enclaves de la costa mediterránea. Los británicos en Galicia son solo unos 1.900. Tres de ellos se han prestado a contar a los lectores de La Voz sus impresiones sobre el brexit. Son Alan Floyd, profesor en la Universidade da Coruña; Craig Patterson, escritor y traductor, y John Barlow, escritor.

-Una encuesta de estos días daba ventaja a los partidarios del «brexit». ¿Creen que triunfarán?

-[John Barlow] Bueno, esa es la situación de esta semana, y es solo una encuesta, pero antes venían ganando los opuestos. Yo creo que la mayoría de la gente quiere quedarse.

-Sus paisanos ¿están convencidos de que nada cambiará aunque abandonen la UE?

-[Alan Floyd] Los partidarios de salirse lo ven así, se miran en el ejemplo de países como Noruega o Suiza, que tienen buenas relaciones con la Unión sin estar en ella.

-La mayoría de los británicos residentes en España son jubilados, y ellos sí que parecen preocupados.

-[Craig Patterson] É un tema moi serio. Pode cambiar bastante o ritmo de vida, a facilidade do que reside. E algo que me preocupa persoalmente. Sigo sendo cidadán británico. Tampouco sería unha tortura chegar aquí e facer os trámites para conseguir a residencia, pero é un proceso que un quixera evitar repetir cada mes ou cada ano.

-¿Van a tomar alguna medida para evitar las posibles consecuencias de un éxito del «brexit» en sus vidas?

-[C. P.] Os meus dous compañeiros aquí presentes teñen o mellor seguro: están casados con españolas. Eu non. Pero meu pai é irlandés, de Irlanda do Norte, que oficialmente é británica, pero a República de Irlanda recoñece tamén que ata os netos de calquera cidadán nacido na illa son irlandeses. Agora mesmo teño na embaixada británica en Madrid os trámites en marcha para facerme o pasaporte irlandés. E hai moitos que están facendo o mesmo.

-¿Ven en esta división de su país un cierto nacionalismo inglés?

-[J. B.] Para mí es solo una posición del Partido Conservador.

-[C. P.] O BNP, o suposto partido nacionalista británico, que non é máis ca un grupo de racistas, xa está case desaparecido. Entón nesta liña non vai. Pero sobre todo, e antes de nada, está moi ben que teña lugar o referendo, porque levan moitos anos prometéndoo e non cumprindo. Creo que está moi ben que se faga.

-[A. F.] UKIP [Partido de la Independencia del Reino Unido], un partido que desde aquí se dice xenófobo, está haciendo una campaña muy fuerte a favor de la salida, y ya en las elecciones generales sacaron muchos votos. No consiguieron ni un escaño, pero hay un movimiento muy vigoroso. En mi opinión, este referendo se está convocando precisamente a causa del crecimiento de UKIP; Cameron quiso quitarle hierro a la campaña de UKIP, que se estaba poniendo muy fuerte, para diluir el programa de este partido.

-Parece que la campaña a favor de la salida se ha centrado en gran medida en la emigración. ¿Es así?

-[J. B.] Sí, la campaña ha girado principalmente en torno a la emigración y a la soberanía (la supuesta soberanía).

-[C. P.] O triste de todo é que non me parece que haxa no noso país un debate limpo, transparente nin intelixente. Non hai unha presentación limpa de pros e contras. Faltan datos obxectivos. É peor que o debate previo ao referendo de Escocia.

-[J. B.] Es cierto. La gente habla con eslóganes, con ideas simples, sin visión histórica. Se dirigen a los sentimientos, a las emociones y no a la razón.

-Me están haciendo pensar en la política española.

(Y aquí la compostura británica se rompe por un momento: risas, gestos y exclamaciones).

-[Todos] ¡Quita, quita! ¡No te pases! ¡Aún no llegamos a tanto! 

La emigración y la contribución a la Unión Europea centran el debate

La reivindicación del referendo para salir de la Unión Europea coincidió con los momentos más graves de la avalancha de refugiados en el sur y el este de Europa.

-¿Creen que la crisis de la inmigración irregular y de los refugiados tiene que ver con el auge del apoyo al «brexit»?

-[J. B.] Sí, y con la crisis de Grecia. Europa tiene muchos frente abiertos. Y algunos británicos están pensando: «Estamos mejor fuera de todo este lío».

-[A. F.] Se percibe mucha presión sobre el sistema de bienestar. Pero es casi imposible cambiar subsidios muy asentados, como el de paro o el de vivienda. Gastamos una fortuna en estos últimos, los housing benefits, a los que tienes derecho desde el primer minuto en que te incorporas al paro. Otro pago universal: las ayudas por tener hijos. Cuando viene una ola de emigrantes, esto se encarece. Otros países de Europa no los tienen. Ese es uno de los argumentos.

-[C. P.] Non se pode negar que no Reino Unido hai un debate sobre como xestionar os beneficios sociais, e iso crea moi mal rollo nas sociedades locais. Hai un comentario moi estendido sobre familias de inmigrantes (case sempre se colle de exemplo a romaneses) que chegan, cobran as axudas e mandan os cartos ao seu país, e iso na percepción popular británica crea un desgusto que fomenta a vontade de saír.

-Es chocante, en un país que lleva tantos años, o siglos, recibiendo inmigrantes.

-[A. F.] Es que los mayores apoyos al brexit se dan en zonas que tradicionalmente no han recibido inmigrantes y que en los últimos años han visto cambiar el paisaje humano. Si sales a la calle y no ves a nadie con tu mismo color de piel, te resulta chocante. Desde luego, la inmigración ha favorecido la economía británica, porque llegan en edad de trabajar y trabajan más que los propios ingleses. El argumento económico es un poco falso.

-¿Se habla también del coste de la contribución a la Unión?

-[A. F.] Ese es otro de los argumentos. En el anterior referendo sobre la pertenencia, entonces al Mercado Común, en 1975, Gran Bretaña sufría una grave crisis, y se arrimó a una Europa fuerte. Ahora las cosas han cambiado. Y se dice que si la contribución a la UE es de 14.000 millones de euros al año y lo que se recibe son 4.000 millones, esa diferencia se ahorrará. Una cuenta simple. Pero hay otros beneficios que Gran Bretaña consigue de formar parte de la Unión, de la mayor zona de libre comercio del mundo, que no son tan visibles.