«El presidente se enfrenta al comienzo de su fin, algo que no supo ver Rousseff en su momento»

P. G. O.

INTERNACIONAL

El exembajador de Venezuela en Brasil señala que la diplomacia venezolana es torpe

15 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Milos Alcalay, exembajador de Venezuela en Brasil y ante la ONU, es un diplomático de carrera que salió de la Cancillería cuando se hicieron patentes sus diferencias con Hugo Chávez. Muy crítico con «revolución bolivariana», señala que la diplomacia venezolana hoy es torpe y lamenta haber perdido como aliado a Brasil, el principal país de la región, pues aísla aún más a Venezuela.

-Maduro decretó un estado de excepción alegando amenazas externas. ¿Qué tipo de amenazas serían estas?

-Esas acusaciones de conspiración mundial son parte de una política ficción que trata de exacerbar un nacionalismo primitivo. No se ha conocido un descaro tan grande en la historia de América Latina como el del Gobierno venezolano de declarar nulas todas las leyes que redacta su Parlamento, aparte de su incapacidad para dialogar. Maduro se enfrenta al comienzo de su fin, algo que no reconoció en su momento Dilma Rousseff y por ello Brasil está viviendo lo que vive hoy.

-¿Esas amenazas al Gobierno de Venezuela pueden venir de la invocación de la Carta Democrática Interamericana de la OEA?

-Para excluir de la OEA al Gobierno de Maduro se necesitan dos tercios de los votos de los miembros, y eso no tiene ningún sentido práctico, basta ver que Cuba se radicalizó cuando fue expulsada del sistema interamericano. Invocar la Carta Democrática Interamericana es retratar la verdadera situación de Venezuela: la separación de poderes inexistente, la situación de los presos políticos, las violaciones de los derechos humanos; la represión de la libertad de expresión, el distribución selectiva del papel para los periódicos; todo lo que se niega a reconocer el Gobierno venezolano. A eso es a lo que le teme Maduro.

-El presidente llamó a consultas a su embajador en Brasilia. ¿Esto incrementa el aislamiento de Maduro?

-La llamada al embajador venezolano es vergonzosa, torpe y antidiplomática, porque ha habido una injerencia de los países de la ALBA, y muy especialmente de Venezuela, en el proceso brasileño. No habían pasado 24 horas desde que Temer asumió el poder cuando ya las relaciones habían entrado en crisis; por supuesto, Venezuela se aísla más. Maduro tendría que tener sumo cuidado, porque pensar que Venezuela puede aislar a un país como Brasil es estar absolutamente desequilibrado.

-¿Es inevitable que las relaciones entre Venezuela y Brasil se deterioren?

-Todos los países democráticos que opinan sobre la necesidad de que se cumplan los preceptos constitucionales en Venezuela hacen que la diplomacia de los coches de choque embista contra ellos. El presidente Temer ha señalado su deseo de mantener buenas relaciones con todos los países, pero si es insultado por los miembros de la ALBA y hay una injerencia de Maduro en los asuntos internos de Brasil, pues evidentemente que eso es lo que va a ocurrir.