Merkel purga los servicios secretos después del escándalo de las escuchas

J. C. B. / Colpisa BERLÍN

INTERNACIONAL

FABRIZIO BENSCH | Reuters

El ministro de la Cancillería anunció el cese fulminante y la jubilación anticipada del jefe de los Servicios Federales de Inteigencia, aunque no explicó los motivos de la suspensión

28 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El ministro de la Cancillería alemana, Peter Altmaier, anunció el miércoles el cese fulminante y la jubilación anticipada del jefe de los Servicios Federales de Inteligencia (BND), Gerhard Schindler. El brazo derecho de Angela Merkel no explicó los motivos de la suspensión de Schindler, aunque todo parece indicar que se debe a su responsabilidad en el escándalo de escuchas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense que, entre otras operaciones ofensivas, intervino durante años uno de los teléfonos móviles de la propia canciller, así como las comunicaciones de varios de sus ministros y otros políticos destacados en Berlín.

Altmaier agradeció a Schindler, de 63 años, su «meritoria labor durante muchos años» y anunció que será sustituido por Bruno Kahl, un estrecho colaborador del titular de Finanzas, Wolfgang Schauble. La noticia del cese y nombramiento se produjo en un momento inesperado, ya que el despido de Schindler se esperaba mucho antes. El destituido participó el día anterior en una reunión de Merkel con los máximos responsables del aparato de seguridad del país. Pocas horas después comenzaron a circular los rumores sobre su posible marcha forzosa.

Espionaje a aliados

Su posición estaba en la cuerda floja, no tanto por el escándalo del espionaje a la canciller, sino tras conocerse hace un año que la estación de escuchas del BND en la localidad de Bad Aibling (Baviera) había trabajado al servicio de la NSA aplicando los llamados selectores -palabras escogidas para filtrar comunicaciones- para espiar a gobiernos e instituciones amigas en Europa. Se rastrearon comunicaciones del Ejecutivo francés y la Comisión Europea en Bruselas, pero también de grandes grupos y empresas como el consorcio aeroespacial comunitario EADS.

Al parecer ese instrumento de la inteligencia germana fue utilizado en parte sin conocimiento de sus máximos responsables. El propio Schindler reconoció en mayo del 2015 ante la comisión parlamentaria que estudia la actuación de la NSA en Alemania que algunos departamentos del BND se encontraban «insuficientemente controlados».