Alemania juzga al líder de Pegida por incitar al odio contra refugiados

patricia baelo BERLÍN / E. LA VOZ

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JENS MAYER / POOL | Efe

Ofensiva del Estado para contener el avance de los neonazis

20 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lutz Bachmann, el hombre que posó como Hitler, compareció ayer ante la justicia, inaugurando así el que aspira a convertirse en uno de los procesos más mediáticos de la historia alemana reciente. Entre abucheos y ovaciones, y ataviado con gafas oscuras para proteger su identidad ante la prensa, como si fuera una celebridad. Así se presentó en la Audiencia Provincial de Dresde el fundador de Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente), que está acusado de incitar al odio contra los refugiados, por llamarles «bestias», «chusma» y «asquerosos», a través de comentarios publicados en Facebook.

Bachmann, un provocador nato con un amplio historial de delitos y que se enfrenta ahora a una pena de hasta cinco años de cárcel, insistió en permanecer en silencio, aunque con actitud desafiante. Entretanto, su abogada apeló a la posibilidad de que al líder islamófobo de 43 años le hubieran jaqueado la cuenta de Facebook. Argumentó que no hay evidencia de que sea el verdadero autor de los comentarios, que datan de septiembre de 2014, y solicitó el sobreseimiento de la causa.

El proceso contra Bachmann llega en un momento en que Pegida, que vio la luz en octubre de 2014, atraviesa sus horas más bajas, en buena parte por las rencillas internas. Los islamófobos, que a principios de 2015 vivieron su máximo apogeo tras los atentados contra el semanario satírico Charlie Hebdo, cuando fueron capaces de convocar hasta 25.000 manifestantes en su tradicional marcha de los lunes, apenas consiguen movilizar hoy a unos 3.000. No obstante, su discurso tiene más vigencia que nunca, a raíz de la crisis migratoria, que solo en el 2015 trajo a 1,1 millones de personas a Alemania, lo que desembocó en un repunte de la violencia xenófoba.

En la localidad de Freital, vecina a Dresde, las unidades de élite GSG-9 arrestaron ayer a cinco presuntos terroristas de extrema derecha, acusados de haber atacado varios centros de refugiados en esa región, Sajonia, bastión neonazi por antonomasia. La operación ha sido orquestada por la fiscalía y la Oficina federal de Investigación Criminal. Con ello, las autoridades pretenden enviar una señal a la población. Fue «un golpe decisivo» que demuestra que el Estado actúa «de forma consecuente y oportuna contra delincuentes y estructuras de la extrema derecha», dijo el ministro de Interior, Thomas de Maizière.

Mientras Pegida y otros xenófobos sacan a relucir su rechazo a los inmigrantes, la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) avanza en su carrera por lograr representación parlamentaria en las elecciones generales de 2017. «La mayor amenaza para la democracia y la libertad proviene a día de hoy del islam político», afirmó anteayer la vicepresidenta de AfD, Beatriz von Storch. Con anterioridad, había cosechado fuertes críticas de todos los sectores el pasado fin de semana, tras defender que la religión musulmana es incompatible con la Constitución alemana.