«No tenemos seguimiento de los deportados porque Acnur se retiró de la aplicación del acuerdo con la Unión Europea», señala la agencia de la ONU
12 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«No tenemos seguimiento de los deportados porque Acnur se retiró de la aplicación del acuerdo con la Unión Europea», declara Selin Unal, portavoz de la agencia de la ONU en Turquía que apenas puede aportar datos sobre la situación de los 325 retornados de Grecia que estarían en el centro de detención de Kirklireli, junto a la frontera con Bulgaria. Ni siquiera Acnur ha tenido acceso al recinto para comprobar las condiciones en la que se encuentran. Tan solo unas imágenes, publicadas por Euronews, muestran desde el exterior a los encerrados clamando libertad a través de las rejas de la ventana.
No hay sirios. Los que ocupan estos centros de detención, a la espera de una posible repatriación, son pakistaníes, afganos, egipcios e iraquíes sobre los que no trasciende información relativa a los procedimientos que determinarán su futuro y que, en teoría, deberían realizar con la asistencia de abogados. Acnur ha dejado claro que las personas «retornadas a Turquía y en necesidad de protección internacional deben tener acceso a un procedimiento justo y adecuado de determinación de su solicitud, y en un plazo razonable». Del mismo modo, añadió, tras la firma del acuerdo Bruselas-Ankara el 18 de marzo, «deben existir garantías frente al refoulement [devolución de una persona a un lugar donde su libertad, su vida o su integridad física pudieran correr peligro] o el retorno forzado».
De este modo, las preguntas en torno a los afganos e iraquíes, que han huido de un país en guerra, siguen sin aclararse. Tampoco tiene respuestas la Asociación Humanitaria Internacional de Caldeos y Asirios, KADER, que da apoyo a la comunidad iraquí en Turquía. El secretario de la entidad, Badri, sabe que en el traslado del viernes llegaron iraquíes, pero desconoce si su actual reclusión en un centro de detención determinará la expulsión.
Los afganos (23%) e iraquíes (14%) son, por detrás de los sirios, que suponen el 43% de los que cruzaron el Egeo en 2015, los nacionales que más han huido hacia Europa. Son también los colectivos que más solicitudes de asilo inician desde Turquía. En enero de 2015, había 43.000 solicitantes de asilo iraquíes residentes en Turquía que, por el deterioro de la situación en el país, ascendieron a 67.000 a finales de año. Además, más de 42.000 afganos y 14.000 iraníes han iniciado este procedimiento.
El acuerdo con la UE especifica que las personas en necesidad de protección internacional tienen que poder disfrutar del asilo de acuerdo con los estándares internacionales aceptados, incluyendo el acceso efectivo al trabajo, salud, educación para los niños y, en la medida en que lo necesiten, asistencia social. Pero en Turquía, los iraquíes, como reconoce Badri, que también pide esta información para disponer la asistencia de la organización, no reciben estos servicios aunque 37.000 son reconocidos como refugiados por Acnur. Sin embargo, la legislación nacional turca solo reconoce este estatus a los europeos, según su aplicación especial de la Convención de Ginebra de 1951.