Grecia monta en cólera contra Macedonia por la carga a los refugiados

LETICIA ÁLVAREZ LA VOZ EN LESBOS

INTERNACIONAL

BULENT KILIC | AFP

La policía de Skopie vuelve a lanzar gases para frenar a un grupo de personas que intentaron de nuevo cruzar la frontera

12 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La actuación de la policía de la República de Macedonia en su frontera con Grecia ha vuelto a encrespar las tradicionalmente tensas relaciones entre ambos países. Los militares de Skopie dispararon gases lacrimógenos contra cientos de refugiados en territorio europeo y la maquinaria diplomática griega, en bloque, consideró inaceptable el ataque viniendo de un Estado que aspira a entrar en la UE y en la OTAN. El país balcánico se defendió amparándose en la decisión tomada en Bruselas de cerrar la ruta de los refugiados y pidió colaboración a Atenas para contener a las miles de personas acampadas en la frontera.

«Debemos defender a Europa y tratar a los refugiados con respeto a los principios de humanismo y solidaridad», criticó el presidente griego, Prokopis Pavlópulos, la actuación de las autoridades macedonias. En la misma línea, el primer ministro, Alexis Tsipras, calificó de «vergüenza» el lanzamiento de agentes químicos y bolas de goma contra personas vulnerables en su territorio. Para echar más lecha al fuego y al más puro estilo del ministro de Defensa, Panos Kammenos, que amenazó a Europa con dejar pasar a yihadistas, el ministro de Protección Ciudadana, Nikos Toskas, advirtió de que los refugiados gaseados se convertirán mañana en islamistas radicales.

El Gobierno heleno nunca utilizó la fuerza para desalojar a las más de 11.000 personas que viven sobre el barro en Idomeni y la sociedad griega aplaude el comportamiento de sus agentes. De ahí su malestar. «Las relaciones con la República de Macedonia están dañadas pero el Gobierno heleno tiene paciencia y actúa de forma estratégica», explica el analista Dimitris Rapidis, quien advierte de que se abrirá un conflicto si el país vecino sigue utilizando la violencia. «Con la frontera cerrada, si los militares de Skopie continúan disparando, tendremos un problema, pero no solo Grecia sino toda Europa».

Tras la resaca de las protestas, un grupo de refugiados ordenaba este lunes los restos de la munición que los macedonios lanzaron de manera indiscriminada para mostrarlos a los presentes. Querían enseñar el tamaño de las bolas de goma que hirieron a tres niños pequeños en la cabeza. La crispación en el campo es cada vez mayor. ESte lunes se volvieron a producir altercados, aunque de menor intensidad que los del domingo. Ondeando la bandera griega y alemana decenas de personas intentaron empujar uno de los vagones abandonados en la estación para poder cruzar la frontera. La policía de Skopie volvió a lanzar gases a territorio europeo. «Nos han gaseado, nos pegaron hace un mes cuando intentamos cruzar por una zona sin verja y nos humillan. El problema es que estamos desesperados y continuaremos haciéndolo porque necesitamos escapar de aquí», explica Fadya Muhammad por teléfono.

No es la primera vez que Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) chocan por la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Hace apenas un mes un ministro griego estuvo a punto de dimitir después de referirse en una entrevista a Skopie como «Macedonia», un término vetado en Grecia. El país griego considera que dicho nombre es de tradición exclusivamente helénica y no permite que otro Estado lo use ante las pretensiones territoriales en las que podría derivar. Que Skopie cargue en territorio griego podría poner más difícil las pretensión del país balcánico de entrar en la UE y la OTAN. Grecia ha vetado su ingreso durante años mientras no se resuelva definitivamente el conflicto en torno al nombre del país vecino.

Con todo, las autoridades griegas no esconden su preocupación por los últimos episodios de violencia en los campos. Su plan para desalojar el puerto del Pireo e Idomeni no acaba de seducir a los miles de personas atrapadas allí. Atenas expulsó ayer a Turquía a 72 migrantes, 71 de Pakistán y uno de Bangladés.

«Los iraquíes no suelen pedir asilo en Europa»

Prima facie, a primera vista en latín, es el término que utiliza Acnur para declarar a grupos enteros como refugiados ante movimientos masivos de personas que cruzan la frontera. Es el caso de los sirios que no necesitarían iniciar un procedimiento de solicitud de asilo, porque es «evidente la razón por la que han huido». El resto debe presentar una solicitud individual. Desde Turquía la han iniciado más de 100.000 personas a terceros países. «Tradicionalmente los iraquíes van a Canadá, EE.UU., donde suelen tener familias; no suelen pedir asilo en Europa», declara Bedri por los casos conocidos desde su cargo en Kader. En 2015, el número de solicitantes de asilo y refugiados ascendió de 1,7 a 1,9 millones de personas.

Italia rescata a 1.850 personas a la deriva en el canal de Sicilia

La Guardia Costera italiana coordinó este lunes el rescate de 1.850 personas que viajaban a la deriva en diferentes embarcaciones a través del canal de Sicilia con destino a Europa. Los rescates se realizaron gracias a ocho dispositivos de salvamento desplegados en el Mediterráneo. Los guardacostas auxiliaron a 740 inmigrantes que viajaban en dos embarcaciones, mientras que una nave de la Marina Militar rescató a 255 personas a bordo de dos lanchas neumáticas. Además, un mercante desviado por los guardacostas consiguió poner a salvo a 117 personas. Otra nave de Eunavformed asistió a otros 738 inmigrantes que navegaban por la zona.