Los niños llegaron solos procedentes de Afganistán, Siria, Eritrea, Argelia y Marruecos
12 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando el pasado febrero Europol informó de que al menos 10.000 menores habían desaparecido al llegar al continente en los dos últimos años, la idea era que las autoridades de los distintos países redoblaran los esfuerzos para dar con su paradero. Sin embargo, no parece ser el caso de Alemania, donde dos meses después, el Gobierno sigue sin encontrar a 5.835 niños y jóvenes refugiados, que emprendieron solos el camino a Alemania en busca de un futuro mejor. «Los desaparecidos proceden de Afganistán, Siria, Eritrea, Marruecos y Argelia», escribió el ministerio de Interior como respuesta a una petición parlamentaria del partido de Los Verdes, difundida este lunes.
De los 8.006 demandantes de asilo menores de edad que la locomotora europea registró como desaparecidos, 2.171 han sido ya localizados. Entre los 5.835 restantes, 555 no han cumplido los 14 años. El Ministerio de Familia, que en febrero rechazó los indicios de desapariciones masivas, alegando que el baile de cifras se debía a que muchos menores se habían registrado en varios centros de acogida a la vez o que habían acudido a reunirse con amigos y familiares, no ha querido pronunciarse al respecto.
Sí lo ha hecho la oposición. La diputada ecologista Luise Amtsberg denunció que el Gobierno no se toma en serio los riesgos «de la prostitución forzada, del tráfico de drogas y de órganos, o incluso de la explotación» a los que se encuentran expuestos los menores en paradero desconocido. Especialmente desde que el Ejecutivo de la gran coalición suprimiera el derecho de reagrupación familiar a los refugiados, incluidos los cerca de 70.000 menores que viven solos en Alemania. Una medida que se engloba dentro del último paquete de medidas para endurecer la ley de asilo, y reducir así la cifra de llegadas.
En la misma línea, la oenegé Terre des Hommes propuso que los niños y adolescentes que lleguen sin acompañamiento sean registrados de inmediato, para evitar que continúen su travesía en solitario. «Tras facilitar todos sus datos, podrán ir a ver a sus familiares de manera segura y legal», explicó Barbara Küppers, quien exige más compromiso a las autoridades federales y regionales a la hora de impedir que los menores caigan en manos de los traficantes de personas.