Recelos en Francia ante el nuevo partido del ministro Macron

Rosa Paíno
R. Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

STEPHANE MAHE | Reuters

Valls cree absurdo que diga que su partido no es ni de izquierdas ni de derechas

08 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La clase política francesa se despertó ayer con un nuevo partido de la mano del ministro de Economía, Emmanuel Macron. Bautizado con el nombre de En Marcha (EN, siglas que coinciden con su iniciales) y bajo la máxima de que no es «ni de izquierda ni de derecha». Ocurrencia que su principal rival en el Gobierno, Manuel Valls, juzgó «absurda». «Hay una izquierda y una derecha aún. Incluso extrema izquierda y la extrema derecha. Así es como funciona nuestra democracia», enfatizó el primer ministro.

La iniciativa fue recibida con opiniones encontradas y recelo entre los socialistas, sobre todo en el ala más a la izquierda, a falta de poco más de un año para las elecciones presidenciales. Durante la presentación del partido el miércoles en Amiens, su ciudad natal, Macron aseguró que no busca ser candidato al Elíseo, pero se lo replantearía si François Hollande decidiera no presentarse. Los sondeos le otorgan más apoyo electoral que a Valls como hipotético candidato de izquierda a la cita del 2017: 46 % frente a 42 %.

Coincidencia o no, su iniciativa coincide con una nueva caída en la popularidad de Hollande, después de su fugaz repunte tras los atentados yihadistas. Según el sondeo de iTélé, el inquilino del Elíseo roza su mínimo histórico al recibir tan solo la aprobación del 13 % de los franceses.

La prensa francesa resalta la relación «casi filial» que mantienen Hollande con Macron. Fue el presidente quien le encumbró a la política al llevarlo al Gobierno en agosto del 2014 cuando defenestró a la izquierda del Partido Socialista (PS) que criticaban su política de austeridad. Forjado en la banca de finanzas y tras dos años como consejero económico del jefe de Estado, Macron se erigió como el líder de la deriva liberal. A sus 38 años nunca se ha presentado a unas elecciones y nunca ha militado en el PS.

Pese a la insistencia de los periodistas que cubrían su cumbre con Merkel, Hollande eludió dar una respuesta clara sobre cuál es su opinión sobre la iniciativa.

El ala izquierdista del PS desconfían del exempleado de la banca Rothschild. Solo la ministra de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, acogió de buen grado la iniciativa. En Los Republicanos mostraban sus suspicacias por un vídeo de campaña demasiado parecido al del 2006 de Nicolas Sarkozy. Solo el ex primer ministro Jean-Pierre Raffarin dio la bienvenida a Macron.

Mientras, el líder del Partido de Izquierda, Jean-Luc Mélénchon, le acusó de querer crear una «revolución palaciega», y el Frente Nacional utilizó el nuevo movimiento para criticar que no hay diferencias entre socialistas y conservadores, informa Efe.