Siria arrebata al Estado Islámico una ciudad próxima a Palmira

LAURA FERNÁNDEZ PALOMO AMÁN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

STRINGER | AFP

Los yihadistas ejecutan a quince de sus milicianos, a los que acusaron de espiar para «partes extranjeras»

04 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Al arrebatarles el Ejército sirio Palmira, los yihadistas se refugiaron en la localidad sureña de Al Qariatain, en la que ayer entraron las fuerzas de Bachar al Asad en el marco de la ofensiva contra el Estado Islámico (EI) en la provincia de Homs. Los medios oficialistas anunciaron el control total del recinto urbano y la desactivación de las minas sembradas por los terroristas, aunque a última hora de la tarde continuaban los combates.

La irrupción de las tropas fue apoyada por más de 40 bombarderos de las aviaciones rusa y siria. Tras la toma de Palmira, el gobernador de Homs, Talal al Barazi ya había declarado que las fuerzas armadas avanzaban desde tres frentes y se habían posicionado a un kilómetro de Al Qariatain. Durante los días previos, recuperaron la mayoría de las colinas que rodean la población. Controlaron primero Al Mazara y Al Jarubi al Kibir, en las afueras, y el distrito norte.

El EI conquistó Al Qariatain, donde secuestró a 230 civiles católico-siríacos, tres meses después de hacerse con las ruinas grecorromanas patrimonio de la humanidad en mayo del 2015. Entonces controlaba la mitad de Siria, donde hoy retrocede progresivamente. Con los combates, gran número de yihadistas escaparon en dirección a la cercana Al Sujna, vía de paso hacia Deir el Zur, que, junto a Raqa, la capital del califato, supone otro de los feudos en manos del grupo terrorista en Siria.

Las zonas controladas por los yihadistas están excluidas de la tregua que mantienen Gobierno y oposición desde finales de febrero. Estos últimos habían denunciado en numerosas ocasiones haber sido objetivo de las operaciones militares de Damasco, pero ahora activistas y opositores creen que el régimen de Al Asad lucha en serio contra el EI tras los últimos avances militares.

La permanencia de Al Asad sigue siendo el punto más delicado en las negociaciones de paz que deben retomarse este mes con la vigencia del alto el fuego. La BBC hizo pública ayer una declaración de la minoría alauí, a la que pertenece el presidente, en la que se desmarcan de su actuación en esta guerra civil. En el documento, titulado Declaración de reforma de identidad, rechazan ser una rama del chiismo, como suelen clasificarlos, y expresan su compromiso con la lucha contra el sectarismo y con «los valores de igualdad, libertad y ciudadanía».

Quince ejecutados

El Estado Islámico ha llevado a cabo la mayor ejecución de miembros de sus filas registrada hasta la fecha. Ayer ajustició a 15 de sus milicianos a los que acusó de espionaje en el cuartel de Al Talaya, de Raqa. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), las muertes fueron ordenadas por la cúpula del EI en Mosul (Irak), tras la baja de un responsable militar, Abu al Hiya al Tunisi, en un bombardero del pasado miércoles por parte de la coalición internacional. Los milicianos son parte de los 35 agentes de seguridad del EI que fueron detenidos por informar a partes extranjeras.